Bad Girl

Niña Enojada

Katsuki sentada en el sillón del living tenía su mirada clavada en el blanco techo de su casa, perdida completamente entre sus pensamientos de los cuales no podía dejar de ser protagonista cierto personaje, ese profesorcillo de cuarta que le había clavado directo al corazón y es que desde que sintió su olor, observó sus ojos y su cabello negro junto con su nevada piel no podía dejar de pensar en él.

Mitsuki preparaba la cena, algo bastante simple pues el tiempo no estaba a favor de aquella madre que se encargaba de las cosas del hogar, la Academia más una hija que no paraba de darle problemas, observo a Katsuki mientras se preguntaba qué le sucedía, normalmente estaría a su lado cocinando algo nutritivo para sus músculos.

-Katsuki, párate y ven a sentarte a la mesa.

-Ya voy...

La voz de su hija sonaba apagada y desgastada, sin ningún ánimo en su sonar.

- ¿Qué te sucede?

- Que te importa.

-Ya sé, es el profesor nuevo ¿Verdad? Te dio impotencia que te dominara y tuvieras que hacer lo que él te ordenó.

- ¡Cállate! Es un asqueroso nerd y te juro que me las pagará.

-No Katsuki porque esta vez yo misma te trasladaré a otro colegio si es necesario.

-¡¡¿Qué mierda dices?!!

Katsuki se levantó de la mesa golpeándola a lo que su madre respondió con la misma actitud y apuntándole con el dedo le indicó.

-¡¡La mierda que escuchaste, ya no quiero más insultos hacia tus profesores, tu abuso cruzó los límites muchacha, esta es tu última oportunidad en mi escuela, el lugar que tú intentas destruir es mi lugar de trabajo y nuestro sustento, así que desde hoy ¡¡compórtate!!.

Katsuki tiró de la silla y rápidamente corrió por la escalera que daba al segundo piso, de un fuerte portazo se encerró en su habitación, golpeó reiteradas veces su bolsa de boxeo, maldiciendo a Izuku quien desde su llegada no había hecho más que ocasionar problemas.

-Maldito... profesor de mierda.

Necesita descansar su cabeza de sus malestares así que después de hacer una ardua rutina de ejercicios, se tomó un largo baño pues deseaba relajarse antes de dormir, sin desearlo comenzó a pensar en el profesor, parecía que su olor aún estaba grabado en su nariz, todo en él había llamado su atención, su metro ochenta y esa espalda fuerte le habían hecho perder el ritmo de la clase en algunos minutos, la mayoría de sus compañeros aún son jóvenes, pubertos que recién están formando su físico masculino, ninguno llamaba la atención de Katsuki.

Por primera vez, mientras el agua recorría su cuerpo y sus pensamientos se inundaban más y más en Izuku comenzó a sentir una extraña calor en su cuerpo, no podía detenerla he imaginaba que Izuku acariciaba su piel.

-¡¡No!! ¿Qué mierda fue eso? Maldición...

Ese... Ese profesorcillo, no puede ser...

Creo que... creo que me gusta...

Katsuki avergonzada de su propia confesión tomó la bañera y puso toda el agua fría que pudo, necesitaba sacar ese calor corporal que sentía en su cuerpo, sacar de sus pensamientos a Izuku, pero no podía dejar de pensar en él y en un momento, recordando el conteo que hizo con las pecas del hombre, recordó.

-Deku... Deku tenía el mismo número de pecas del profesor... El mismo cabello, el mismo olor... ¿Cuál era el nombre de Deku?.

Izuku... Midoriya... Si es él.