Okaerinasai (Historia Alterna de Topaz)

Día 93, antes.

La gema de color azul me visitaba todos los días después de un descanso. Casi no me quería hablar, pero ella siempre me miraba y casi se sonroja. Nos poníamos a hablar sobre cultura extraterrestre, y ella poco a poco se sonrojaba mirándome algunas veces. Siempre giraba la cabeza 20 grados al lado opuesto. Ella no giró mi cabeza en forma de coqueteo. Después de dos semanas, durante una conversación, empezó a mover su mano hacia la mejilla, y me aparté de inmediato.

-¡Te amo! ¡¡TE AMO!!

-¡Aléjate! -dijimos tímidas.

-¡Por favor ven aquí, perra! -ella corrió hacia mí balbuseando cosas sucias, y cuando llegó hasta mi pecho izquierdo, le golpeé en la cara.

No estaba interesada. Ella comenzó a llorar y los supervisores me vieron. Comenzé a correr ágilmente, pero ella y los supervisores me perseguían con mucha velocidad. Llegué hasta un precipicio, y decidí tirarme aún si signifacaba un suicidio. Nuestro honor nos prohibía morir como desgracias para la población general.

Nos caímos en las Tierras Bajas. Afortunadamente nuestras gemas quedaron intactas, aunque nuestras formas físicas se rompieron de un instante. Mientras nuestras gemas se regeneraban nos dimos cuenta de que no estábamos solas. unas gemas con deformaciones y defectos biológicos nos vieron y empezamos a correr. No podíamos hablar con nadie, y se parecían a los supervisores.

"Estamos muertas" pensé yo. Nos quedamos acorraladas en un camino sin salida, y nos dijeron que nos tranquilizáramos, que no mordían y que nos ayudarían.

-Todo estará bien. -dijo una fusión con forma de oruga gigante.

Respiré hondo y me relajé.

-Vale. -me detuve pensando.-Gracias.

La otra Topacio estaba muy ansiosa. Era mucho más tímida que nunca y estaba llorando. Procedí a abrazarla y ella pudo calmarse un poco.

-Te amo. -dijo ella.

-Yo igual.

Una de esas gemas se puso a llorar un poco, mientras que la gema oruga dijo lentamente:

-Vengan con nosotros.

De pronto escuché alas haciendo sonidos de agua, y Aguamarina se apareció de repente:

-Lo siento.

No respondí.

-¡Lo siento, estúpida! Si no vienes te matarán. Ven conmigo, te llevaré a casa. -dijo pareciendo preocupada.

No veía otra opción. Prefiero suicidarme antes de morir en deshonra.

-Vale.

-¿A donde vas?

Ella tomó su varita y lanzó a la gema de color rojo de vuelta contra el suelo. Ellas luego fueron a correr hacia nosotras pero Aguamarina fue más ágil y las congeló hasta tirarlas de nuevo al suelo. No veía en ese momento utilidad el reportarlas. Tenía otras cosas de qué preocuparse. Luego me congeló y me lanzó hasta el cielo. Caí en el suelo de las tierras altas.

-Quietas ahí. -dijo una élite.

-Bien, bien. No pasó nada.

-¡Las arrestaremos!

-¿Sabéis quien soy? ¡Soy de la clase alta, pendejos!

-Tenéis suerte. Nos la llevaremos a ella.

-Ella también es una élite junto a mí. Son mis guardianas. Fusionadas tienen más poder.

-Vale, las dejaremos ir con una advertencia, una más y se mueren.

Ella con su sonrisa maquiavélica procede a congelarme y lanzarme hacia a su casa. Dijo que tendríamos que quedarnos ahí o trasladaría nuestras gemas hacia el olvido. Luego procedió a trancarse en su habitación a emborracharse por frustración. Se puso a quejarse de forma silenciosa de las mierdas que tiene el gobierno en contra de incluso las élites que lo tienen todo. Se quedó dormida 25 minutos después. Jamás pensé que terminaría así. Nos condenamos a muerte desde la primera vez que la vimos. Jamás hemos sido capaces de vivir.