YoonGi despereza su cuerpo, saliendo de la cama ahogando un sonoro bostezo que luego se convierte en un gruñido. Camina como un muerto viviente alrededor de la habitación, intentando conseguir alguna prenda decente para poder salir afuera, donde un adormilado Jimin lo espera.
Consigue un par de pantalones de ejercicio en conjunto a una camisa unas tres tallas más grande, ni siquiera le toma importancia mientras se viste con las prendas y entra al baño, dispuesto a sacar todo el sueño que aún puede notarse en su pálido rostro.
—Hyung, ¿ya está despierto? —la voz chillona de Jimin se escucha a través de la puerta de su habitación, haciéndolo sonreír sin pensar.
—Shi Jimin, eb ub momebto sabgo —balbucea, con el cepillo de dientes dentro de su boca y el dentífrico escurriéndose por su barbilla.
Un par de minutos después Min YoonGi sale de su habitación, completamente vestido, con la cara lavada y dientes frescos, pero aún con una gran pereza apoderándose de él, y es que ¿a quién se le ocurriría despertar un domingo de vacaciones a las ocho de la mañana? Solo a su mejor amigo, Jimin.
—Explícame nuevamente la razón por la cual estás aquí tan temprano y mi culo no sigue en la calidez de mi cama —gruñe el pálido, sirviéndose una gran taza cargada de café negro.
El castaño ríe emocionando, observando el rostro somñoliento de su hyung.
—Hyung~, es el cumpleaños de Jin hyung —responde obvio, tomando asiento en el taburete a su lado.
—¿Y qué tengo que ver yo en eso?
—No finja demencia, hyung. Usted perdió en piedra, papel o tijeras por lo que su casa fue elegida como el lugar de la reunión, así que debemos ponernos a limpiar y acomodar. Sabe cómo se pone Jin hyung si las cosas no quedan como a él le gustan —explica el menor, una gran sonrisa dibujándose en su rostro mientras toma un sorbo del café de YoonGi.
—Creía que no te gustaba el café —inquiere YoonGi, enarcando una ceja hasta el castaño, quien ahora tiene sus mejillas color rosa.
Si bien Jimin odia el café, siempre le ha gustado más cuajo es su hyung quien lo está bebiendo, no pregunten porque, solo sucede así.
—Debemos mover todos los objetos propensos a romperse o incendiar la casa, nada de mesas ratonas, ni cortinas, tampoco —enumera Jimin, escaneando desde su lugar cada rincón del apartamento.
YoonGi suspira.
—Solemos volvernos locos, Jiminnie, pero no al punto de quemar un apartamento o hacer grandes escándalos —ríe el mayor, tomando entre sus cálidos brazos a Jimin.
El menor suspira, soltando todo el estrés que tenía acumulado en su pequeño cuerpo, al sentir ese par de brazos algo ejercitados, alrededor de él, como si estuviesen protegiéndolo y reparando cada grieta.
—Yoonie, ¿acaso olvidaste cuando la cabra loca apareció en la fiesta de graduación que le organizamos a Namjoon hyung? —pregunta con diversión.
YoonGi niega con su cabeza, incapaz de recordar ese momento sin explotar en risas. Sucedió hace poco más de un año y aún ninguno de ellos puede explicar cómo se supone que esa cabra pudo entrar al apartamento que para ese entonces compartían Taehyung y Hoseok, y digo hasta ese entonces porque a penas el arrendatario se enteró de la noticia los corrió a patadas del lugar, a ellos y a la cabra que luego decidieron adoptar como mascota.
Sus amigos no son normales.
—Pobre Candy, ¿dónde estará ahora? —pregunta el mayor riendo, haciendo referencia a la cabra cuyo nombre doméstico había sido Candy, cortesía de Jungkook.
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With love, YoonGi • Yoonmin
Fanfiction«¿Puedes venir por mí? un condon acaba de perderse en mi trasero» Donde YoonGi y Jimin son mejores amigos, o tal vez más que eso. ➳Humor ➳Original. ➳Capítulos cortos. #320...