With love, YoonGi • Yoonmin

02 «Verdaderas caras y un bebé celoso»

—¡Demonios! —gruñe el pálido con frustración, escuchando el constante y chillón sonido proveniente de su teléfono celular.

Voltea su cabeza, poniendo una almohada sobre esta, intentando fallidamente ignorar el ruido. Gruñendo una vez más, estira su brazo sin mucho esfuerzo hasta que logra alcanzar el aparato en su mesa de noche; desliza el dedo por la pantalla sin fijarse quién es, su humor no es muy bueno y solo quiere sacarse a la persona que molesta para continuar con su preciado sueño.

—Diga —murmura con la voz ronca y perezosa.

Una risita se escucha del otro lado de la línea, activando inmediatamente todos sus sentidos y despejando aquel rastro de sueño que había quedado en su cuerpo.

Su mente trabaja forzadamente durante un par de segundos hasta que logra recordar que día es y se maldice, porque es sábado y había olvidado su salida con Minah, su amiga de la infancia y a quien después de tantos años, finalmente vería.

—¿Aún dormías, Min YoonGi? —pregunta la chica, su tono de voz denotando curiosidad.

—No... uhm, bueno si, quizá tomaba una siesta —se tropieza con las palabras, sintiéndose idiota, pasa las palmas de su mano por su cara, intentando despejar un poco su mente para poder formular una oración coherente, resopla frustrado, debe llamar a Jimin también —, lo siento, la verdad es que aún sigo un poco dormido —ríe.

—No te preocupes, supongo que debí esperar un poco más pero mi vuelo a Japón sale en la noche así que quería pasar todo el tiempo que pudiese contigo, creo que el día se nos pasará volando en cuanto nos veamos —asegura Minah, YoonGi puede percibir su sonrisa a través del otro lado de la línea y se pregunta si aún seguirá siendo tan bonita como cuando tenía ocho años.

—Lo entiendo, si. ¿Quisieras ir a desayunar primero?

—Me encantaría, la comida del hotel no estoy no es muy apetecible —se queja —, ¿donde nos encontramos?

YoonGi lo piensa un par de segundos a medida que se levanta de su cama y camina con flojera hasta el armario, rebuscando entre su ropa algo decente que vestir, aún si no tiene ganas de salir. No puede dejar plantada a Minah ni mucho menos a Jimin, quien se había visto realmente emocionado con la idea de conocer un poco más referente al pasado de su mejor amigo.

Gruñe. Socializar no es lo suyo, en absoluto.

—Acabo de enviarte la ubicación de la cafetería por mensaje, por cierto, llevaré a un amigo ¿tienes algún problema con ello? —YoonGi no recuerda mucho de su amiga, eran a penas unos niños cuando se conocieron pero siente que no era mala persona por lo que simplemente le informa sobre Jimin más por educación que por otra cuestión, si ella dijera que no lo quiere ahí, entonces no se verían.

Porque Jimin está primero que todos y todo.

—Oh no, claro que no. Me gustaría conocer más de tu vida en Seúl, siempre has sido fascinante, incluso de niño —ríe, despidiéndose y asegurándole que estaría en el lugar donde habían quedado,  en dos horas.

Él pelinegro suspira, introduciendo su cuerpo bajo el agua fría para poder acabar con todo el sueño que amenaza con ponerlo a dormir en cuestión de segundos.

Sale de la ducha e inmediatamente toma su teléfono celular nuevamente. Marca el número de su mejor amigo, el cual se sabe de memoria y espera pacientemente mientras se viste, que el rubio conteste.

Unos cinco timbres después, la voz animada de Jimin se escucha a través del altavoz, haciendo sonreír a YoonGi.

—Buenos días, hyung —saluda alegremente Jimin.