❄04|четыре

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Antes que nada quisiera pedir disculpas por toooodo el tiempo que llevo sin actualizar. No enumeraré excusas porque no creo que valga la pena, y simplemente diré que me siento horrible por no haber sido responsable.

Lo único bueno de todo esto es que, al menos, he salido limpia este trimestre ;-;

Si leéis mi otra historia en poco tiempo colgaré capítulo nuevo, y allí ya explicaré con algo más de extensión a qué se debió este parón.

Y... Sin más dilación...

Cada día las ganas de volver a entrar en cualquier sitio disminuían como la espuma

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Cada día las ganas de volver a entrar en cualquier sitio disminuían como la espuma. Fuera mi supuesta casa, el instituto o cualquier otra parte de aquella estúpida ciudad.

Lo peor es que si quería que todo fluyera como lo planeaba, debía hacer cosas como una prueba de acceso para entrar en un club del deporte que mejor domino. No como Víctor, que siendo el malote de turno, se ha agenciado con un puesto a la fuerza.

Si no fuera porque debo dar el pego yo también lo haría, pero los cotilleos hablan por sí solos; y si nadie me ve hacer la prueba las dudas podrían acabar con el plan.

Por si acaso, para mi mala fortuna, era mejor que lo hiciera. Aunque mis ganas fueran pocas, muy pocas.

-¡Hasta mañana Leena! -Agité mi cabeza levemente devolviendo el gesto. No tengo idea de quién era la chica que me había despedido, mas decidí obviar aquel detalle y dejarme ver amistosa.

Continué mi camino hasta el baño de chicas. Con presteza me coloqué el chándal del instituto, y antes de que nadie pudiera percibirlo retomé mi camino. Esta vez con mi mirada fija en el campo de fútbol.

Allí, desde la lejanía, pude ver a todo el equipo apiñado; además de algunos chavales apostados frente al entrenador. Unas pocas chicas, junto a la profesora encargada del club, descansaban en el banquillo.
Con andar un poco logré distinguir los gritos que la más alta dirigía al crío de la otra vez «Creo que se llamaba Arion...».

Me encogí de sitio, mentalicé y decidida bajé los escalones que me separaban del tumulto.

Con presteza me situé a un lado del amiguito del tal Arion, el enano que parece seguirle a todas partes. Sonreí, con un rápido vistazo podía asegurar que ninguno de ellos valía la pena.
Al menos los tres desconocidos que parecían muy seguros en su sitio.

Frente a mí el capitán y todos los del equipo me echaron un par de miradas de odio, pero esta se fue rápido. Creerán que tienen una oportunidad de evitar que entre.

-Ahora comenzaremos con la prueba para entrar en el club. Esta consistirá en un partido contra todo el equipo. -El entrenador, con aquel gesto serio característico, fue comentando en qué consistía la prueba-. Iré viendo vuestra capacidad. Cuando finalice elegiré a quienes entrarán en el equipo.

Leena [IE Go]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora