❄06|шесть

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Antes de poder asimilar siquiera que había amanecido ya me disponía a salir de mi apartamento

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Antes de poder asimilar siquiera que había amanecido ya me disponía a salir de mi apartamento. No tardé demasiado en arreglarme, y desayunar se me hizo pesado nada más ver la comida en el estante; así que, sin prestar mucho cuidado a mis acciones, acabé poniendo rumbo a la escuela.

Todavía le daba vueltas a la cabeza con el tema del equipo. Me habían informado ya de que Percival Travis había dejado de serlo -mensaje que por cierto me alegró un poco la mañana-, mas no recibir información ninguna sobre su sustituto fue lo que me puso en alerta.

«El Sector V siempre lo tiene todo controlado... Sería raro que hayan olvidado algo, si es que lo han hecho».

Preferí, por el bien de mi cabeza, dejar de pensar en aquello; y poner atención solo a lo que me rodeaba. Nunca pensé que tener que fingir que todos te caen genial a las ocho de la mañana iba a resultarme tan agotador. Las veces anteriores no fue tan duro.

-¡Leena! Ven, estábamos hablando del club de fútbol. Tú estás en él, ¿verdad?

Asentí. Que le estuvieran dando vueltas a ese tema me iba a beneficiar, lo sabía. Con paso lento me acerqué al pupitre del chico que me había llamado, un moreno que si mal no recordaba se llamaba Ryan.

-Sí, pero, ¿por qué me preguntan a mí? -Me giré un poco, haciendo que buscaba a Di Rigo o a su perrito faldero por la clase, encontrando solo a este último en su asiento. Nada más llegar reparé en aquel detalle-. Gabriel lleva más tiempo en el club...

-Ya, pero siempre ha sido algo cerrado con nosotros; y estábamos seguros de que tú sí nos contarías.

Los cinco chicos que se hallaban en aquellas mesas rieron por el comentario de una de las chicas. De esa sí que no recordaba el nombre.

-¿Contarles el qué? -Ladeé la cabeza. Hacerme la tonta con ellos era muy divertido, sobre todo cuando me servía para el plan.

-Hay rumores de que el club de fútbol se va a terminar y q...

-¡No seas tan duro! Ella aún está en el club, seguro que no le hace gracia que digas eso.

Lo siguiente que vi fue como la chica golpeaba a Ryan en el cogote. Tuve que tragarme la carcajada ante el espectáculo, y en su lugar agacharme frente al idiota.

-¿Te encuentras bien? -Este levantó la mirada hacia mí al instante, para luego asentir numerosas veces. El sonrojo que tenía solo acrecentó mis posibilidades-. No te preocupes por lo del comentario... Es verdad que quería jugar en el equipo, pero siquiera hice algo en el primer partido; y los chicos son algo... Serios conmigo, así que tampoco debería molestarme.

Me pasé las manos por los ojos. Si lograba pensar en algo triste seguro que mantendría la expresión perfecta. Lo pensé unos instantes, y cuando tuve el recuerdo en la cabeza miré a los presentes. «Ese falso gesto de preocupación me pone enferma».

Leena [IE Go]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora