Mi definición de amor

Tus ojos

*Narra Alex*

Los ojos de Katie ¡Por Dios! Eran totalmente hermosos, un verde no tan intenso pero con un toque de amarillo miel y un poco de café, esa era la combinación perfecta para hacerme pensar en sus grandes y bellos ojos que se esconden detrás de unos pequeños lentes de armazón negro. Yo con un color de ojos muy común...café...me hacía sentir inferior a sus hermosos ojos. Y su pálida piel, que al igual que toda su anatomía, era delirante, era tan blanca que notabas su sonrojo del otro lado de la calle, pero en verdad es muy hermosa. Su curveado y negro cabello, lucía como el cabello de una hermosa modelo, estaba tan obscuro que parecía tan intenso como la noche. Sus lindos labios, lindos y esponjosos, con un tono rojizo es muy lindo, como si hubiera comido demesiadas cerezas que sus labios quedaron de ese lindo y natural color. Su figura, envidiable para toda mujer, una delgada cintura y... En realidad...todo en su lugar (no quería sonar indecente, pero en realidad es muy linda externa e internamente). Pero sigo pensando que lo más lindo de todo lo hermoso, son sus ojos; muy expresivos, grandes y hermosos, también uno de mis pensamientos más grandes, aparte de su sonrisa, esa linda y blanca sonrisa que te enloquecía.

Dejé de pensar cuando llegó un mensaje a mi celular, vibro, conteste y escuche una hermosa voz:

-...A-Alex...- dijo con una voz rota, como si fuera a romper en llanto en ese mismo instante, me preocupe. Sentí un horrible vacío en mi pecho, como si alguien me hubiera dado una puñalada en el corazón.

-...Ka-Katie?...¿eres tú?...-dije tratando de contener el nudo que tenía en mi garganta. Sentí horrible, como si mi corazón se detuviera.

Con voz temblorosa respondió- S-si...o-oye...- dijo con timidez

-S-Si?...¿paso algo?...¿estás bien?...-

-...emm...pues...en realidad, no...Te necesito...- en ese punto rompió en llanto, lo hice también. Me dolia escuchar como hacia pequeños quejidos y sollozaba mientras las lágrimas inundaban sus lindos ojos.

-¿dónde estás?...voy para allá...-dije desesperado, mientras que mis ojos inundados no paraban de soltar lágrimas.

-...Hospital General número 2, piso 3 en la sala de espera 2... A 5 calles de tu casa...dijo aún llorando, me seguía sintiendo incompleto, nunca la había escuchado tan destrozada.

-...Estoy allá en 10 minutos...no tardaré...-dije mientras tomaba mi chaqueta negra y la llaves de la moto- no llores ¿ok?continúe esperando su respuesta mientras bajaba las escaleras de mi departamento.

-S-si, Alex...-dijo Katie, podía ver su sonrisa en mi mente. Colgó. Me puse el casco, inserte la llaves y arranque. Manejaba lo más rápido que podía, por suerte no había ni un poco de tráfico, pase por la cafetería y compré 2 moquiatos y 2 americanos. Pagué. Salí corriendo, el elevador no funcionaba así que subí las escaleras de 2 en 2, limpie los restos de lágrimas y encontré a Katie, totalmente destrozada, también estaba un muchacho alto y muy blanco de aproximadamente 27 años y una mujer de 40 años aprox. Salude a Katie, le di un abrazo y le susurré al oido-todo estará bien, lo prometo- y le di un beso en la frente, salude al muchacho y a la mujer, que al parecer eran su hermano y su madre. 

Me contaron lo que había pasado, al parecer a su padre de Kat le había dado un infarto, solté pequeñas lágrimas por que recordé cuando mi papá murió, Katie me dió unas palmaditas en la espalda, me dio un beso en la mejilla y me abrazó, por un momento me sentí protegido y aceptó que fue muy lindo. Recordé los cafés y los repartí, un maquiato para la madre de Katie, el otro para Katie, y los americanos para su hermano y para mi. Estuvimos esperando por mucho tiempo, Katie se durmió en mi hombro, sentí su cálida respiración, respire su agradable aroma, admiré su belleza, la forma en la que dormía, era terrible te hermosa hasta cuando estaba mal. Pero para eso estaba ahí, para apoyarla, para protegerla. De pronto escuchamos una grave voz: