--Hechizos--

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No había pasado mucho tiempo desde que nuestra protagonista, Hanamaru, había salvado a la pequeña Ruby de los cazadores regionales, sería un gran desperdicio y crueldad dejar a una pequeña cría a manos de unos asesinos en busca de dinero por solo vender pieles de animales valiosos, gracias a estos humanos sin corazón, murieron los padres de nuestra pequeña pelirroja, pero se iría adaptando a la familia Kunikida, quien se ofreció a criarla, principalmente Hanamaru, ya que esta, aunque tuviera poco tiempo con la pequeñita se fue encariñando con ella como si fuera su propia madre.

El desarrollo mental y físico de la pequeña se iría adelantando con un hechizo, del cual la familia Kunikida discutía, ya que no era un hechizo del todo fácil, se necesitaría una gran fuente de poder, debido a eso, la familia Kunikida reunió a todo el personal posible para hacer este hechizo posible, en este se involucraría Hanamaru, ya que le podría servir para su aprendizaje, ese hechizo era muy difícil, ya que todos deben estar en completa armonía y sincronía, estaríamos hablando de un desarrollo completo físico y mental.

La familia estaría ya reunida en su jardín de práctica de hechizos, con ellos estaría Hanamaru con la pequeña en brazos, dándole animos para que no esté asustada por lo que pudiese pasar, después de unos cuantos minutos, el hechizo ya estaría preparado, Hanamaru abrazó por última vez a su pequeña lobita, sabiendo que esta ya sería de su edad cuando acabara el hechizo, si se pudiera realizar correctamente. Ruby le dio un besito en la mejilla a Hanamaru lamiendo esta, Hanamaru sonrió y la dejo en el suelo donde sería el punto de partida para el hechizo, en el centro para ser más sinceros, todos hicieron un círculo al rededor de Ruby, sacaron sus baritas y apuntaron a la anteriormente mencionada.

Hanamaru: Madre, ¿Esto de verdad servirá?-preguntó un poco preocupada la castaña, no quisiera que su pequeña lobita sufriera algún daño. Su madre le había explicado que si no funcionaba, Ruby se quedaría así, crecería por medio del tiempo y no de magia, Hanamaru, al escuchar esto, ahora tenía más razones para dar lo mejor de ella para realizar correctamente el hechizo.

Todos: Koi Alphair Venzen Zoie Loufs-Esto era repetido muchas veces por todos los presentes una y otra vez, cada vez con un tono de voz más fuerte, Ruby se iría cubriendo por una luz azulada, esta luz fue aumentando mientras la voz de los individuos fuera aumentando cada vez más, todos estaban en perfecta sincronía, pero hubo un falló en la realización del hechizo, un integrante no estaba del todo de acuerdo con lo del desarrollo adelantado de la pequeña, por lo que no dio resultado el hechizo, pero habría dejado una anomalía a la pequeña, conforme los meses, ella iría creciendo hasta tener la edad de 15 años, la cuál se acordó aplicar.

Después de que el hechizo falló, un humo grisáceo lleno el lugar por el exceso de magia de las ligas mayores, la pequeña Ruby se encontraría en el suelo tirada por la confusión, a lo que Hanamaru fue corriendo a con ella preocupada por su pequeña Ruby, después de todo era un hechizo que podría dejar daños permanentes, pero ese no era el caso de la pequeñita.

Hanamaru: ¡Ruby-chan!-Gritó Hanamaru mientras se dirigía a la pequeña lobita tirada en el suelo, la levantó mientras la abrazaba fuertemente, a lo que la pelirroja también la abrazaba sin comprender lo que había pasado y por qué la abrazaba de repente.

Ruby: Yo estoy bien Hanamaru-chan-Dijo la chiquita mientras lamía una mejilla a Hanamaru, para ella esto era completamente normal, para Hanamaru obviamente no, que era una humana. Los padres de Hanamaru hablaron con ella para explicarle lo que había pasado y que pasaría ahora, Hanamaru estaría escuchando con atención mientras esta tenía a Ruby en sus brazos y la acariciaba, ya que la anteriormente mencionada no se acostumbraba todavía a otras personas a excepción de Hanamaru, quien la ha estado cuidando.

Hanamaru fue al bosque a recoger unas flores para una pócima que estarían realizando sus padres para un remedio medicinal, Ruby la acompañaba ya que esta no podía quedarse sola en casa por obvias razones, y ahí estaban las dos recolectando flores, la pelirroja encontró una flor realmente hermosa, la tomó y se la dio a Hanamaru mientras movía su colita esponjada.

Ruby: Esta flor es igual de bonita que Hanamaru-chan-Dijo de manera alegre, Hanamaru al ver tanta ternura casi se desmaya, pero no lo hizo por su propio bien y el de la pequeña, se había ruborizado por tal acto, mientras reía tomaba la hermosa flor que Ruby había encontrado, después de esto, la olió notando que un hermoso aroma emitía de esta, acarició la cabeza de la pequeña en forma de agradecimiento por la flor.

Continuaron con su búsqueda de las flores, hasta que Ruby había olido las flores que estaban buscando, ya que los padres de Hanamaru le dieron una flor de estas para que la oliera y siguiera su aroma, tomaron las flores y las llevaron a casa, recibiendo una felicitación de mamá y papá por el gran trabajo que habían hecho por su propia cuenta.

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