Día #1

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Hoy en día me pregunto, ¿qué será de este mundo cuando yo sea una persona adulta?¿el mundo seguirá existiendo?¿el gobierno será correcto para entonces? ¿Tendré la oportunidad de trabajar para algo productivo para la comunidad?...la respuesta no la podré conseguir ahora, así que lo único que me queda hacer es tan solo vivir el momento.

Mi nombre es Kirin Drawns,  voy en preparatoria; y..esta es mi historia jeje...(•,•)
Cualquier persona en el mundo alguna vez ha hecho una idea de cómo será el evento o situación por la que va a pasar próximamente, pero depende de la persona, si acobardarse o seguir adelante sin importar el resultado.
Aunque para la escuela, bueno...no siempre las expectativas pueden ser acertadas a la realidad que percibes con tus propios ojos, claro, tampoco puede uno deprimirse por eso, a lo mejor mañana es mejor o tal vez incluso peor. Alguien, con experiencia de vida más larga que la tuya, intentará decirte que él o ella también pasó por eso, que todo estará bien y que debes ser fuerte, sin embargo dependerá de ti si creer en lo que escuchaste o creer que nadie entiende tu situación. Los sermones que alguien nos da, debemos aceptarlos y comprenderlos, saber que lo hacen por nuestro bien, y descubrir nuestro propio método de salir adelante de todas las adversidades.

Al llegar a la escuela, mi corazón latió extrañamente fuerte y mi cuerpo sintió un leve escalofrío, volteé a todos lados para encontrar la razón de mi inquietud, pero, no alcancé a ver algo fuera de lo normal, así que me fui al salón que se me había asignado, entré sin voltear a ver a alguien y sólo me senté en un asiento junto a la ventana, pues quería ver cada día hacia el cielo que de vez en cuando formaba figuras chistosas con nubes. Aparte estaba nerviosa (///)

-Bien chicos, tomen sus asientos, por favor. Para dar comienzo a la clase. - decía el profesor James, con voz seria.

Después de una larga presentación de todos los que estábamos presentes, el profesor James siguió con la clase que en mi parecer, no a todos parecía importarle. Pasaron las horas y por fin sonó la campana de receso, al cual yo lo llamo “45 minutos milkyway” (:'v).
Ya después, me puse a buscar a amigas de la secundaria que me prometieron que estarían en esta preparatoria, busque y busqué, pero, jamás las encontré, al final sonó de nuevo la campana y no  pude comer....tenía hambre.
Entrando al salón, me seguía sonando el estómago “grrr”, entendía perfectamente porqué me sonaba así y era por que cuando salí de mi casa en la mañana, solo tomé leche y salí corriendo de ahí por los nervios de llegar tarde el primer día y pues....“grrr”...ay, en serio duele.

-Pss, hey, tú, tú la que esta haciendo ruido de estómago con hambre, ten estas galletas y guarda silencio, por favor. -me susurraba aquel muchacho (que no había notado) que estaba sentado a un lado mío.
-G-gracias...- dije con unas ganas de golpearlo pero al mismo tiempo, aliviada.

Me comí las galletas con extrema cautela de no derramar migajas o de hacer ruido al masticar, para que así el profesor no se diera cuenta. En el momento que se terminó la clase me dirigí hacía la salida cuando de repente alguien me toma del brazo, rápidamente volteo y observé que era el que me había dado las galletas.

-Oye tú, pagame las galletas que te comiste -me decía con la mano extendida, cara seria y un leve ceño fruncido.
-¿No me las habías regalado por que estabas preocupado por mí ?- respondí.
-P-para nada, es solo que te las di sin pensar, eso es todo -me decía con una voz temblorosa.
-¡Para empezar, no soy “tú”, mi nombre es Kirin Drawns!- resalte con enojo.
-Bueno, “Kirin”, dame el dinero de las galletas de una vez por todas - me reclamaba con desesperación.
-NO.- contesté con firmeza.

Con mi respuesta, corrí lo mas rápido que pude hacia mi casa, cerrando la puerta con candado mientras que todo mi sistema estaba agitado.

-¿Kirin?¿ya llegaste?-preguntaba mi mamá.
-S-si -respondí.
-Que bueno que ya llegaste, Kirin, ven a cenar, hoy es pizza, cariño -me dijo con voz amable.
-¡Ya voy! -respondí con alegría.

Me sentí muy aliviada después de comer aquella pizza con mi mamá. Pero, lamentablemente no puedo comer con toda mi familia; ya que mi Papá está divorciado de mi mamá, y mi hermano mayor casi no viene a la casa debido al trabajo y a su familia.
Es difícil, pero aun así no me puedo resignar a estar siempre triste, debo...ver hacia delante y sin desviarme. Gracias a Dios, por lo menos tengo a mi mamá conmigo, apoyándome y protegiéndome.
Después de un rato de pensar sobre lo raro que fue hoy, pude dormir en paz. 🌙

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