Capítulo 3

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Al final habían decidido quedarse a cenar en casa de los Weasley. Molly les había convencido para que se quedaran con la excusa de festejar su matrimonio, pero todos sabemos que aunque ese no hubiera sido el motivo, Molly habría buscado otra excusa para que no se fueran de su casa.

Y es que la señora Weasley era así, con siete hijos, siempre le encantaba tener gente en casa, se preocupaba por los demás y se aseguraba de que estuvieran cómodos en el hogar de esta familia.

Molly quería disculparse con Tonks por el comentario inapropiado de su hijo Fred. Y sí, se había sentado al lado de Tonks haciendo que ésta se distanciara de su Remus.

—Dora, disculpa a mi hijo, estos niños de hoy en día no saben comportarse. —Le dijo la pelirroja mientras le servía el vaso de vino a Tonks.

—No te preocupes Molly, como has dicho son niños, y es normal en ellos. —A lo que la metamorfomaga respondió con una radiante sonrisa, esa sonrisa que ya tenía dueño.

—Molly esto está muy bueno, creo que me tendrás que enseñar si quiero alimentar a Remus. —Ambas muchachas rieron. Tonks era una negada para todo a lo que se refería al hogar, y por el contrario, a Molly le sobraba talento.

—No exageres Dora, yo sé que eres capaz de cocinar lo que sea a tu hombre. —Molly le guiñó un ojo a Tonks. —Pero aún así yo encantada te ayudo querida.

—Oh, muchísimas gracias Molly, por fin podré cocinar algo decente. —La pelirrosa sonrió al encontrarse una mirada azul observando la conversación desde el otro lado de la mesa.

En un momento determinado de la cena, Nymphadora se estaba dedicando a cambiar su color a verde. Pero no era de pelo, sino de cara. Y tampoco lo hacía ella porque quisiera. Así que salió disparada al baño.

Remus, que al ver a su esposa correr al baño, salió tras de ella, preocupado al igual que todos. Se quedó parado en la puerta escuchando las arcadas de la chica.

—Dora. —Golpeó la puerta. —¿Puedo pasar? —Pero no contestaba, así que actuó y entro sin importarle nada más que la salud de su esposa.

Cuando abrió la puerta vio a la joven arrodillada frente al inodoro.
Se agachó junto a ella y le sobó la espalda.

—Ya tranquila, ya pasó. —Le decía para reconfortarla.

—Si eso cre... —No pudo terminar y se volvió a inclinar para vomitar.

Remus preocupado le agarró el cabello para que no se ensuciara y le siguió sobando la espalda.

Cuando ya se calmó, el licántropo la ayudó a lavarse la cara y salieron del baño. Se dirigieron al comedor mientras todos la miraron preocupados.

—Estoy bien. —Contestó por décima vez, luego de que todos le preguntaran con me se sentía. —Fue algo que habré comido.

—Yo no creo que haya sido eso. —Dijo Molly llamando la atención de todos.

—Y que crees tú que fue, mamá. —Dijo Ginny.

—Yo creo que tu estás... —no terminó ya que una brillante luz atravesó la sala.

—Chicos, necesito que vengan rápido a casa. —Sonó la voz de Andrómeda de ese su patronus.

-Vamos Remus, quizás le pasó algo a mi madre.

-Si. Muchas gracias Molly por la cena, estuvo fantástica. —Respondió el hombre.

—Sí, y siento mucho este momento. -Se disculpó la metamorfomaga apenada.

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2019 ⏰

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LUNAS QUE VIENEN Y VAN - Remus Lupin/Nymphadora Tonks [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora