-Al despertar la tía Carol ya no se encontraba en el lugar de la noche anterior, en cambio se hallaba una pequeña nota que decía "Tuvimos que salir querida, regresaremos en un momento, Samm desea verte. Volveremos pronto. Te amamos"- Yo también... -dije aun mirando la nota-Desde la muerte de mamá y papá ellos han sido un gran apoyo, ya que no pudieron tener hijos me criaron como tal. Aunque cuando me mude con ellos acababan de adoptar a Sammuel, un chico flacucho de tez pálida, dos años mayor que yo-
-Un ruido llamo mi atención y fije la vista en la puerta, una enfermera entro a la habitación- ¡Muy buenos días señorita! -dijo con una voz agradable y cantarina regalándome una sonrisa- Buenos días -dije devolviendo el gesto- Debo tomar una muestra de sangre, sera rápido -dijo extrayendo una jeringa de su bolso- ¿Sientes algún dolor o malestar? -dijo clavando la aguja en mi brazo- No siento dolor, solo cierta molestia, las vendas están muy ajustadas -dije señalando la parte baja de mi cuerpo- No te desesperes, en unas horas se te retiraran. Te realizaran una tomografía completa para identificar los huesos, músculos o ligamentoa afectados por el daño causado -dijo extrayendo la aguja y terminar posando sus ojos en los míos- Todo saldrá bien -dijo esas ultimas palabras dirigiéndose a la salida, abrió la puerta y giro sobre sus pies y me dirigió una sonrisa antes de cerrarla-
-"Todo estará bien", esas tres palabras no paraban de repetirse desde ayer, la tía Carol, el Doctor Peters, la enfermera e incluso el profesor Winters. Aunque tal vez lo entiendo. Soy una bailarina, el baile es mi vida, y recibir tanto daño... es lógico que ellos también lo hayan pensado al igual que yo- No -dije saliendo de mis pensamientos- Todo saldrá bien... todo estará bien -dije en un intento por convencerme de que era cierto-
-Dos horas después el Doctor Peters entro a la habitación con tres personas más y la enfermera que me había atendido, justo detrás de ellos se encontraban mis tíos- Hemos regresado cariño -dijo la tía Carol esbozando una gran sonrisa y tomándome de las manos- Lamento no haber podido estar ayer contigo Leah, lo siento tanto -dijo el tío Evan con la voz entrecortada- Estoy bien, no se preocupen. Me siento mejor que el día de ayer -dije esbozando una sonrisa para no preocuparlos mas- Eso esta bien. Quiere decir que te estas recuperando -la voz del Doctor Peters hizo que posara mi vista en el- Ya es hora de iniciar con los exámenes, te moveremos a la sala de Rayos X para iniciar con la tomografía computarizada y la rezonancia magnetica -dijo el Doctor Peters pasando su vista entre mis tíos y yo. Asentí- Bien -dijo el doctor volteándose hasta quedar frente a los hombres que venían con el- Trasládenla a la sala -dijo y volvió a girarse, me miro unos instantes y continuo hablando- Mientras tanto tengo que hablar con tus tíos ¿esta bien? -formulo la pregunta para ambos, a lo que mis tíos respondieron saliendo de la habitación junto al doctor, yo solo me limite a asentir con la cabeza-
-Al salir el doctor, los hombres que lo acompañaban introdujeron un camilla a la habitación, se posaron uno a cada lado de mi cama y descubriéndome para así poder pasarme a la camilla- A la cuenta de tres -dijo la enfermera que sostenía la camilla para que no se moviera- Uno... dos... ¡tres! -sentí como levitaba unos centímetros y segundos después me encontraba tendida en la camilla- Bien, continuemos -dijo uno de los hombres haciendo mover la camilla hacia adelante, fije la vista al frente y me percate de que alguien estaba de pie frente a la puerta, era Sammuel, desvió la vista cuando cayo en cuenta de que lo observaba. No dijo ni una palabra, solamente se hizo a un lado para dejarnos pasar. Jamas había visto esa expresión en su rostro, nunca...-
-Cuando ingresamos a la sala de Rayos X, el doctor y mis tíos ya se encontraban ahí, no se percataron de nuestra llegada, se encontraban enfrascados en su charla que no se dieron cuenta que ya me habían colocada dentro del tubo para la tomografía. No fue hasta que uno de los hombres dio un par de golpecitos al cristal que separaba la sala que ellos prestaron atención- ¿Comó te sientes? -dijo el Doctor Peters- Es incomodo ese lugar ¿no? -dijo, dejando escapar una pequeña risa- Ni que lo diga -dije frunciendo el ceño, a lo que el Doctor respondió con otra pequeña risa- Bien, empezaremos, por favor trata de no moverte, procura permanecer lo más quieta posible ¿de acuerdo? -dijo, esta vez en un tono serio- De acuerdo -fue todo lo que logre formular-
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¿Predestinados?
Fiksi PenggemarTras años de haber dejado su ciudad natal, Eun HaWon regresa debido a un intercambio escolar. Ella es tímida e inocente, y para quienes la conocen, ella es la viva encarnación de un ángel, no solo por su apariencia sino también por su gran corazón...