"Capitulo 3"

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Narradora

Nuevamente el mismo hombre caminando hacia la oficina de su jefa. Toco la puerta y esta le ordeno que pasara.

-Espero esto funcione Kazuma.-dijo la señora mientras leía unos documentos.- Shujime Akito...¿eh?, familia pobre, repartidora de comida rápida, chica prodigio...esto es interesante. Pero un desperdicio de persona-dijo con desprecio.-¿La chica ya esta aquí?-dejo los documentos en el escritorio.

-Eso iré a verificar señora.

-Estas muy lento últimamente, ¿te has dado cuenta?.

-Lo siento señora.

-Esta bien...solo te pediré un favor.

-Dígame señora.

-Asegúrate que esa mocosa este alejada de mi sobrino!


Narra Akito

Luego de a verle echado un vistazo y quedar completamente enamorada del laboratorio de robotica, ahora era momento de ir a buscar mi clase, la parte a la cual no quería llegar. Por cierto, de paso antes de llegar me compre un helado.

Entre al edificio principal, en donde estaban la mayoría de aulas, ademas de los casilleros, y mientras subía los escalones y comía mi delicioso helado, todos los alumnos presentes comenzaron gritar (principalmente las mujeres) y a correr hacia la entrada principal. No entendía la razón, pero si quería averiguarlo tendría que ir con ellos. Me costaba ver que sucedía entre el montón de chicos ya que era algo bajita. Luego, se comenzaron a oír los gritos de las chicas nuevamente, solo que esta vez mas fuertes. Las puertas se abrieron y de ahí entraron 3 personas, no sabia que eran o quienes eran.

Desde donde estaba pude ver a 3 chicos. Uno con cabello negro azabache, uno rubio y el otro castaño. Los tres no llevaban el uniforme. Eran altos, buen físico, buena ropa y inspiraban un aire de superioridad. En ese momento no entendía quienes eran o porque tanto el alboroto. Y cuando fui asimilando las cosas, reconocí a uno de ellos...el chico rubio era el que me había encontrado en el bosque.

El chico que parecía ser el líder, el de cabello negro azabache, se acerco a uno de los estudiantes y lo miro con desprecio.

-Oye Katashi-dijo el chico que parecía ser el líder.

-¿Que pasa?

-¿Aun te queda algo de jugo?

-Si-dijo el llamado Katashi y le entrego el jugo que llevaba con el.

El chico con cabello negro azabache, tomo el jugo y se lo tiro todo encima al alumno. Por un momento todos quedaron en silencio, luego se comenzaron a reír. Por mi lado, me puse furiosa. ¿QUE SE CREEN?!. Estaba apunto de caminar hacia a ellos y romperles toda su cara bonita, pero algo dentro de mi me detuvo. El chico rubio que vi en el bosque, no reía, solo se quedaba callado y desviaba su mirada hacia otro lugar.

El chico que le tiro encima el jugo al alumno, se saco la paleta que llevaba en su boca y se la pego en el cabello del alumno. Se comenzaron a escuchar las risas mas fuertes, mientras que yo moría de rabia. Como pude me hice paso entre los alumnos. Cuando llegue al centro, ellos ya habían avanzado y todos los alumnos comenzaron a despejar el lugar, solo una que otra chica estaba detrás de ellos coqueteando les, pero los chicos las ignoraban. Cuando todos ya se habían ido del lugar, corrí tras ellos y logre alcanzarlos en el patio de que estaba atrás del edificio.

-Oigan!-les grite con la voz agitada. Los tres me ignoraron y siguieron caminando pero a paso mas apresurado. Así que nuevamente comencé a seguirlos, pero cuando estaba lo suficiente mente cerca, caí a los pies de uno de los chicos, tirando así parte de mi helado en uno de sus calzados. Rápidamente me puse de pie y cuando lo hice les lance una mirada de odio a los tres.

-¿Cual es su problema?!-les dijo molesta, no me disculparía por botarle parte de mi helado encima.-Que se creen para humillar a ese chico de esa manera.- Por unos instantes solo se miraron entre ellos y no me respondieron.

-¿Quien eres tu?-me pregunto el chico de cabello negro azabache y me lanzo una mirada fría. Por alguna rara razón no pude responder y me quede callada. Uno de los chicos se acerco a el y le susurro algo al oído, esto hizo que el chico azabache soltara una carcajada.- Con que eres esa tal heroína ¿eh?. Pense que al encontrármela vería a una mujer alta, linda y con una gran copa tamaño "B". Pero miren lo que veo, una repartidora de comida. Que decepción.- me molesto su comentario, pero no me iba a dejar intimidar.

-Me alegra decepcionarte- le sonreí.

-Y que, ¿no limpiaras mi zapato?-dijo de repente el chico.

-¿Que te cuesta limpiarlo?. Ten-dije y le entregue un pedazo de papel que tenia en el saco del uniforme.-Eso te sirve ¿no?.-el chico tomo la hoja de papel, la arrojo al suelo y la piso con su pie.

-Estos no son cualquier tipo de zapatos. Fueron hechos a mano, traídos de Indonesia y ¿quieres saber cuanto costaron?. Ni con tu miserable vida los pagarías. Así que hazme un favor.-no respondí, solo que quede esperando a ver que mas tenia que decir, al igual que los chicos que lo acompañaban.-Tendrás que lamer lo.

-¿Que?-abrí los ojos como platos. Y sus compañeros rieron levemente.

-Escuchaste bien. Tienes que lamer lo, o sufrirás consecuencias peores.-amenazo el chico. Con todo lo que estaba pasando, pude asumir quienes eran estos chicos. Eran "Los Caballeros".

Me agache y poco a poco fui acercando mi boca al calzado del chico y cuando estaba apunto de que mi lengua tocara su zapato, me levante rápidamente y le estrelle en la cara lo que me quedaba de mi helado, haciendo que el chico cayera al suelo. Sus compañeros, no rieron solo quedaron con la boca abierta al igual que el, mientras que yo me sentía orgullosa por lo que había hecho.

-No se cual es su problema, pero no dejare que me humillen como a los demás.-saque algo de dinero que tenia en el bolsillo del saco y se lo tire uno por uno.-¿Sabes? Esto te alcanza para ir a una buena tintorería que conozco. Ademas...-tome un volante que me habían dado en esa tintorería y también uno del lugar en donde yo trabajaba.-Aquí tienes la dirección y de paso puedes pasar a comer aquí. Te prometo, que no te haremos descuentos.-les sonreí a los tres y me fui con la cabeza en alto de ese lugar.

El chico se medio limpio la cara y pidió a sus acompañantes que le ayudaran a levantarse.

-ESA IDIOTA ESTA MUERTA!-le oí gritar mientras me alejaba mas del lugar.

Y así fue como conocí a los desgraciados "Caballeros" y humille a el líder del grupo. Se que me odiaran el resto de su vida, pero al menos mi orgullo sigue intacto y pude ponerlos en su lugar. Tal vez así aprenden a no seguir haciendo de menos a los demás.



...CONTINUARA...







"Volver a Empezar"Where stories live. Discover now