Narradora
Un chico reía a carcajadas, mientras miraba el vídeo de lo que el creía "su venganza". Sus otros dos compañeros no decían nada al respecto, solo lo observaban de manera seria.
-¡Hey Hamada!-dijo un chico castaño al chico que miraba el vídeo.
-¿Que quieres Katachi?-dijo dirigiendo su mirada hacia el castaño.-¿No ves que me divierto?.-dijo y soltó una carcajada.
-Ya pararle, pareces loco. Nunca te había visto tan feliz por algo como esto.-dijo Katachi extrañado.
-Esa estúpida se lo merecía, pero tu tranquilo ella se aparecerá aquí en unos momentos suplicando que la perdone, ¿quieres apostar?.-dijo con una sonrisa maliciosa el chico azabache.
-Me darás el numero de aquella sexy chica con la que saliste.
-Lo que quieras, de todas maneras no ganaras. Esa tonta aparecerá en 10...9...8...7...6...5...-paro por un momento y su mano comenzó a temblar.
-¡No vendrá Hamada!
-...5...4...3...-paro nuevamente y cerro los ojos.-...2 y.......-chasqueo con los dedos y abrió los ojos lentamente con la esperanza que aquella chica estuviera arrodillara a sus pies suplicando su perdón. Pero, no fue así, frente a el no había nadie mas que el vacío de aquella habitación. Sus compañeros comenzaron a reírse a carcajadas, mientras este chico moría de rabia.
-Este fin de semana, me la pasare caliente.-dijo Katachi de manera pervertida, mientras que su compañero rubio lo ignoraba.-¿Me acompañaras Daichi?.-rodeo con su brazo el hombro de su compañero.
-No me interesa.-dijo el chico rubio.
-¡Oh vamos! No seas aguafiestas.-dijo con decepción.-Estoy comenzando a pensar que eres homosexual.
-¡YA CÁLLENSE LOS DOS!-grito super furioso el chico azabache haciendo que sus amigos quedaran callados.-¡Esa estúpida se arrepentirá!.-Daichi, el chico rubio, se levanto del sofá y salio del lugar sin decir nada, dejando extrañados a sus amigos.
Narra Akito
-¡ESTÚPIDA ESCUELA! ¡ESTÚPIDOS Y MALDITOS CABALLEROS! ¡LOS ODIO A TODOS!-gritaba con todas mis fuerzas hacia el aire. Ahora me encontraba en la azotea del edificio principal, desahogándome de alguna forma.-Estúpida...yo...-dije y me recosté en la reja dejándome caer al suelo.
-Me sorprende como una chica tan pequeña como tu pueda gritar tanto...-oí decir a una voz masculina. Trate de ver de donde venia, hasta que vi a un chico rubio acercándose a mi.
-Vienes a burlarte de mi...-le dije y me levante hasta estar a su altura.
-No.-dijo y me miro fijamente. En ese momento quede paralizada ante su hermosa y picara mirada.-Por cierto soy Nimura Daichi, pero puedes decirme Daichi-senpai-dicho esto me guillo el ojo y me dedico una cálida sonrisa.
-¡Vete!-le grite alejándome de el.
-Eres Akito ¿no?. La chica que salvo a Daisuke.-lo ignore y camine hacia las escaleras para bajar al tercer nivel. De repente el tomo mi muñeca con fuerza, pero no me lastimaba, me acerco frente suya quedando a unos 30 centímetros de distancia. Saco un pañuelo de su bolsillo y comenzó a limpiarme la cara y ropa con ello.-Aun estas sucia ¿te diste cuenta?.-no respondí, ya que era una pregunta y respuesta obvia, ademas estaba muy sorprendida por su gesto. De repente las lagrimas comenzaron a parecer repentinamente, haciendo que este chico me viera. Me miro con tristeza y preocupación, y con su dedo pulgar limpio las lagrimas que se deslizaban por mis mejillas.
Luego de esto, me dedico una tierna sonrisa, tomo mi mano, dejo su pañuelo en ella y se alejo de mi. Cuando estaba apunto de bajar los escalones se detuvo en seco, y me miro de reojo.
-Lo siento...-dijo y comenzó a bajar los escalones.
Estaba tan sorprendida que me quede plantada el suelo, mientras que en mis mejillas aparecía un raro leve sonrojo. "¿Que me pasa?", me pregunte a mi misma," ¿acaso me ha dado fiebre?". Cuando por fin pude reaccionar, me fui de la azotea y me dirigí a las duchas. Luego de darme un baño y colocarme mi uniforme de educación física me dirigí a la enfermería para tomar mi temperatura.
-Buenas Tardes.-dije al entrar pero no había nadie. Me dirigí al botiquín y busque el termómetro. Al encontrarlo lo coloque en mi boca y pasado un tiempo lo retire. Pude ver claramente que no tenia fiebre, pero entonces...¿que me pasa? ¿p-poque estoy sonrojada?.
Llegadas las 5:00 p.m. salí de la escuela, sin que alguien lo notara y camine hacia mi casa. Al llegar mi mama me recibió muy alegre y me ofreció algo de comida a la cual yo me negué. Entre a mi cuarto y me tumbe en mi cama y por un momento me quede viendo al techo, mientras la imagen de la sonrisa y mirada de aquel chico seguían grabadas en mi mente y se repetían una y otra vez. Me sentía extraña, esto no me había pasado antes, ¿porque ahora?, ¿que era esta sensación extraña?. Tome mi almohada y la estampe contra mi cara.
-¡Baka! ¡Baka! ¡Baka!-decía aun con la almohada en mi rostro. Me senté al borde de la cama (que realmente era un colchón inflable). Y recordé que tenia que lavar mi uniforme. ¡Genial! (notase mi sarcasmo).
Eran las 00:30 a.m. y yo aun no lograba dormir. Hoy...no fue mi día...y no quiero imaginar como sera dentro de unas horas.
...CONTINUARA...
