El Romance Oculto ♡

Parte 3 "Desde la otra cara de la moneda"

Para ser honesto, nunca le habían hecho una fiesta tan... "divertida" a mi hermano, por lo que me pareció bastante raro en ésta ocasión conocer a una persona un tanto interesante, su nombre era... ... uh... Cómo era... ¡Oh sí! Leonel, heheh. Hablé con él justo en esa fiesta, una fecha inesperada para todos a excepción de mí, ya que mi madre optó por tomarme como su ayudante para planear todo. En fin. 
Hace poco salimos a la feria, nos divertimos demasiado, bueno, yo lo hice. No le pregunté a él cómo se pasó en la cita...
O al menos eso fue para mí.
Esa misma tarde mientras caminábamos a casa juntos, tocamos el tema de los estudios y ambos nos dimos cuenta que estábamos cerca del otro por tan sólo un par de calles, su colegio se encuentra tan sólo a 3 calles de la preparatoria; y eso es una ventaja, así que le hice saber que tenía en mente irnos a comprar un helado (o algo comestible) después de la escuela.

Justo el miércoles, llegué a casa, hice los quehaceres ya que mi madre no se encontraba ahí, al parecer había salido a casa de mi abuela y se pasó un largo rato allá, no había algo preparado para comer hasta que ella llegó, pero aún así estaba realmente nervioso ya que sería la primera vez que salgo con alguien a un restaurante (o un snack) alrededor de las 3:50p.m. llegué al portón de su colegio, ya me había quitado el uniforme y cambiado de ropa... debo admitir que el pantalón me estaba apretando los hue... bueno como decía.
Me quedé jugando con mi teléfono por un rato hasta que el timbre sonó a las 4:10p.m. y miré hacia el portón, estaba recargado sobre una banca. Miré a lo lejos una mirada nerviosa (pero linda y tierna), era él, se miraba tan... no sabría expresarlo, parecía un niño buscando a su madre con nervios.
Él dio unos cuantos pasos fuera del portón, levanté mi mano: la abrí y cerré un par de veces, sólo así me notó. Corrió hacia mí en ese instante. Y siendo realista, lo iba a abrazar con bastante fuerza, sin embargo era la segunda vez que lo miraba para salir a una "cita", soy atrevido en muchos sentidos, en fin. Con él llevaría todo con calma.
- ¿Cómo te fue, Leo? Dije mientras toqué su espalda con un par de palmadas, las cuales hicieron un sonido algo hueco, al parecer iban con más fuerza de lo que calculé...
+ ¡M-me fue bien! No me pude concentrar mucho por estar pensando lo que haremos hoy. Pero pude resolver todos los problemas en cada clase. Fue ahí cuando su voz sonó algo temblorosa y entusiasmada. Juro por mi propia vida que morí en ese instante, fue demasiado hermoso para mi parecer.
- Me alegra mucho saber eso, ¿quieres que me lleve tu...? Apunté a su mochila con mi mano, él se negó, por naturaleza. A ningún hombre nos gusta que otro cargue nuestras cosas a menos de que sea necesario. En fin. Leo me preguntó a dónde iríamos, le di un par de opciones y determinamos que iríamos al puesto de nachos que estaba en el parque central, a medio camino mi corazón casi se detuvo porque había olvidado mi billetera en el buró de mi habitación (por suerte llevaba $100 pesitos, con eso alcanzó y hasta sobró) al comprar un platillo de nachos, una soda y una botella de agua nos sentamos en una banca la cual nos daba una vista hacia la mejor parte que tenía la ciudad, fue ahí donde hubo un momento "incómodo-tierno" pero decisivo...

- Abre bien. Tomé un nacho y le puse un jalapeño encima, lo hice con tal de probar sus agallas, lo que me hizo reír porque él retrocedió un tanto sorprendido, pienso yo que él no creía lo que estaba pasando, al final aceptó el nacho y se lo comió de un bocado.
+ ¡J-ja! No me afecta el picante. Decía orgulloso el joven Leo, aunque había una manchita de queso en la comisura de su labio, me sentí raro al ver eso y con mi pulgar limpié la zona dicha.

¡BANG! ¡SILENCIO ULTRA INCÓMODO APARECE!
Leonel se quedó mirando con sus ojos más abiertos que una puerta del estadio de fútbol con el equipo favorito en casa.
Es ahí cuando miré sus ojos un tanto confundido, no obstante, me sentí... atraído, como si una fuerza bastante poderosa me llevase hacia él y...

...

...

sucedió...

...

...

...

Tras un pequeño beso, separamos nuestros labios con lentitud, ¡pude sentir cómo tembló su cuerpo por completo! Yo me sentí tranquilo, luego de separarnos, miré el plato de nachos y tomé uno. Sonreí y dije en voz baja: -La señora hace muy bien los nachos, ¿n-no?
Miré de reojo a Leo y él estaba sonriendo algo apenado, asintió con la cabeza mientras decía -Deberíamos venir más seguido justo aquí...

... Continuará ...