Capítulo 1

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Al final de las canciones siempre tengo la sensación de que puedo dar más pesé a que estoy cansada y con ganas de dormir por una semana.

La música es mi pasión, mi vida es una canción que me gusta interpretar. 

Amo esto, amo mi vida y a los que están conmigo. Adoro la sensación de hacer feliz a la gente.

Alzo la manos al aire y oigo los vítores de la gente.

—¡Muchas gracias, Rusia!—dije en su idioma.

Los rusos comienzan a gritar con más entusiasmo.

Soy Hana Crownofswords, aunque mi nombre de pila es algo más complicado que eso me gusta como suena el nombre que me dió mi madre con el apellido de mi padre. En los escenarios no soy duquesa, soy una chica de catorce años que sueña con llegar alto en el mundo junto a mis amigas Lena Griffin, Aria Blacke, Selesia Britt, Eco Woodstock. Juntas somos las seis estrellas que más brillan en el cielo.

Una mano se desliza en la mía y se por naturaleza que es la mano de Lena tomando la mía.

Nos inclinamos y damos las gracias.

Cuando salimos del escenario me alarmo al oír un grito espantoso que solo puede ser obra de una de las chicas.

—¡Joder!—gritó Aria—Hana, hay mucho frío en San Petersburgo. ¿Cómo demonios deje que me arrastraras a este lugar?

Niego y tomó la taza de chocolate caliente que el representante nos ofrece a cada una.

—Aria, no hagas un drama donde no lo hay. No hay tanto frío.

De momento sentí que el chocolate se enfriaba o que la temperatura a mi alrededor se hacía tan caliente que no notaba que el chocolate sentía caliente.

Me volví hacia Aria y la vi envuelta en sus propias llamas.

—A-aria, no quieres comenzar una batalla mortal en pleno fin de concierto—dijo Selesia, con miedo en la voz.

Aria daba más miedo enojada que feliz.

—No—exclamó con sarcasmo—No quiero empezar una batalla mortal, voy a empezar una batalla mortal.

Mientras todo se volvía un caos entre Aria y el representante, y Lena trataba de calmarla, me escurrí para poder contestar una llamada.

Aria tenía razón, San Petersburgo era más frío en estás épocas de otoño para invierno. No lo había sentido hasta salir porque estaba acostumbrada.

Desbloqueé la llamada al ver el nombre de mi hermano en la pantalla.

—Estoy escuchando.

De fondo se podía oír el ruido de un estadio de fútbol. Sonreí por eso, porque mi hermano también estaba cumpliendo su sueño de jugar fútbol.

—Princesa, ¿llamo en mal momento?

Su voz fue la mejor calefacción para mí.

—No, de hecho eres oportuno. Aria estaba en una pelea ahora mismo y me has salvado de estar implicada en ella.

Lo oí reír.

—Entonces soy tu salvador. Bueno, a lo que voy. ¿Vendrás para Navidad?

—No estoy segura. El último concierto es en unas semanas y tenemos firma de autógrafo en tres distintos países.

No tenía que adivinar para saber que cara ponía. Era la misma que tenía yo.

—Papá, Shin, Sasha, Grisha y yo te extrañamos mucho, los abuelos también te extrañan y....

La razón de mis sonrisas y mis lágrimas. [INAZUMA ELEVEN] ¡En Edición!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora