Desperté, a causa de los golpes y gemidos que provenían de la puerta. Habían entrado en la casa. Abrí la ventana y conté los zombis que habían en el jardín trasero, siete exactamente. Bajé con mucho cuidado por el árbol que había al lado de la ventana, pero resbale y caí. Nunca fui buena subiendo ni bajando arboles, odio los arboles. Caí sobre mi pierna izquierda, quedándome en el suelo y retorciendo me de dolor. Me dolía el brazo por el corte, tenía resaca y..!oh¡ GENIAL, ahora me dolía a horrores la pierna. Me levanté y con mi hacha empezé a matar a esos bichos, primero a uno que se me tiró encima, me costó mucho pero al final pude estampar le mi arma entre ceja y ceja. Después de matarlos a todos, menos a uno o dos, salí corriendo hacia el bosque, intentando orientarme. Me dolía mucho la pierna, pero hize un esfuerzo para correr. No pude evitar pensar en Wray, se suponía que siempre me iba a salvar, no me dejaría sola, maldito hijo de puta, seguro que no se había dado ni cuenta de que yo no estaba, seguro que se estaría tirando a esa zorracalientapollas. ¿Cuanto tiempo debía llevar fuera? Seguro que las chicas si se habrían dado cuenta. Entonces me di cuenta de que había dejado de correr y que mas de ellos venían hacia mí, volví a correr de nuevo, esta vez sin apenas notar el dolor, entonces llegué a una carretera, parecía vacía, excepto por toda la tropa que venía detrás de mi. Me metí en un coche y cerré las puertas con seguro sin que ninguno me viera. Puede que fuera por el dolor de la pierna, por la pérdida de sangre o por la resaca de mierda, pero me quedé dormida en ese coche. Me desperté, de nuevo por los golpes de los zombis en el cristal del coche.
-Joder, es que no te puedes descuidar ni un puto segundo! - Dije gritando muy cabreada, realmente parecía una loca gritándoles a esos bichos, como si pudieran entenderme y fueran a pensar ''Pobrecilla, dejemos la que está cansada'' Pero no.
Bajé un poquito la ventanilla y maté a unos cuatro que estaban al lado de mi puerta. Salí como pude, apartando los cadáveres del suelo, miré atrás y por muy raro que suene (Que se note el sarcasmo) venían muchos zombis mas. Comenzé a correr como una putalocapsicópata por la carretera entre los coches abandonados, entonces la puta pierna volvió a doler a horrores y me caí al suelo, uno de esos bichos se me tiró encima y me intentó morder, pero algo se lo impidió, cayó encima mio, muerto. Me levanté y lo miré, tenia una...¿flecha? clavada en la cabeza que le atravesaba. Escuché el ruido de una moto y pude ver a un hombre, que se acercaba hacia mi, el hombre llevaba gafas de sol y el pelo castaño, bastante largo, llevaba un chaleco de motero, a juego con su moto, en la parte de la espalda de chaleco, habían dibujadas unas alas blancas. Parecía un ángel salvador.
-¿Subes o no? Joder, no tengo todo el puto día. - Ok, no. No era un puto ángel, era un borde. Pensé cuando esas palabras salieron de su boca.
Me quedé paralizada, no me salían las palabras así que me limité a asentir y me subí con el a la moto. No estaba segura de si fiarme de él o no, pero me había salvado la vida, y además, tampoco es que yo tuviera muchas alternativas en ese momento. Me agarré muy fuerte a su cintura, que por cierto, estaba muy musculada, al igual que sus inmensos brazos. Él arrancó la moto y aceleró de mala manera.
La moto iba rapidísimo y yo tenía miedo de que tuviéramos un accidente, había subido antes en motos pero nunca había tenido tanto miedo, supongo que porque antes había límites de velocidad, que con todo esto del apocalipsis desaparecieron. No había sobrevivido a todo esto del fin de la humanidad para morir en un accidente de moto, joder.
Paró en medio de una carretera, muy lejos de donde me habían atacado, después arrancó de nuevo, metiéndose por un camino de tierra. No tenía ni puta idea de donde estábamos ni a donde íbamos, pero estábamos a muchos quilómetros del campamento, tal vez el subnormal de Wray me estaría buscando, pero bueno, yo estaba perfectamente con aquel ''Ángel del infierno'' que me transmitía mucha seguridad.
Paramos en una gasolinera, él bajó de la moto y se encendió un cigarrillo mientras le ponía gasolina a la moto. Madremia, que ganas tenía yo de un piti, llevaba tantísimos días sin fumar, pero me daba mucha cosa pedirle uno así que me aguanté el mono. Como él no decía ni una sola palabra, decidí romper el hielo.
-Y...¿de donde eres? - Pregunté.
-De muy lejos- dijo sin dejar de mirar su preciosa harley negra y plateada.
-Bueno, ya veo que no te gusta mucho hablar...¿Como te llamas? - Hize otra pregunta. Tal vez a ese tipo no le gustaban las preguntas, pero pasaba de estar acompañada de un tipo que no habla conmigo, además, tampoco le e hecho nada.
-Me llamo Daryl. - Dijo sin ni siquiera mirarme, joder, que majo. - Ahora entra en el minimarket de la gasolinera y coge toda la puta comida que te quepa en la mochila. - Entonces me tiró una mochila bastante grande, ¿Quién se había creído que era?
-Vale, enseguida señor, ¿Alguna preferencia? a la comida, me refiero. - Dije muy borde y fríamente.
Él se acercó a mi, quedándose a menos de 10cm de mi cara, se quitó las gafas de sol, dejando ver sus preciosos ojos azules, como el cielo de verano ¡JODER! estaba buenísimo, además le quedaba genial esa barba de unos dos días que llevaba, lástima que fuera un capullo y un maleducado. Entonces me miró fijamente y me dijo:
-Coge todo lo que te apetezca y te quepa, y ya de paso coge me unos paquetes de cigarrillos, no te olvides. - Que borde el hijoputa, supongo que el mundo no le había tratado muy bien y estaría enfadado con el.
Entré al minimarket, tal y como me había pedido su señoría y maté a uno de esos bichos con un cuchillito que tenía guardado en el bolsillo, se lo clavé en la cuenca del ojo y luego lo retorcí. Iba vestido de dependiente y en su chapa ponía Biel, pobrecillo, pobre Biel. Cogí todo lo que necesitábamos (y me apetecía) cogí sus putos cigarrillos, unos cuantos paquetes para él y unos cuantos para mi. Salí muy cargada y Daryl me esperaba subido en la moto. Subí con todo nuestro pesado equipaje y arrancó, otra vez a muchísima velocidad, pero yo esta vez ya no tenía tanto miedo, él controlaba.
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Y cuando no quede espacio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra.
FanficMarilyn Bones, ella es dura, mal hablada y con mucho carácter, pero esta totalmente sola en un mundo donde los muertos caminan sobre la tierra y pocos humanos que quedan están dispuestos a cualquier cosa por sobrevivir. Marilyn tendrá que luchar con...