•Ella solo quería tener una familia tranquila, sin problemas y terminar su carrera.
•El, solo quería volver a recuperarla, o mas bien dicho recuperarlas, sabia el error que cometió, jamas se perdonaría el no volver a verla.
•Ellos querían estar junt...
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"Su nombre es..."
++👶++
Lucas.
-¡Llama a Lydia!- gritaba Cheryl apretando fuertemente mi brazo mientras los paramedicos la llevaban en la camilla a la sala de parto.
-¡Si soltaras mi mano podría hacerlo!- grite igual.
-¡Estúpido inútil!- gritaba con dolor Cheryl mientras entraba a la sala de parto.
-¿Usted es el padre?- me pregunta un señor con bata blanca algo apurado, así que supuse que era el doctor encargado de Cheryl "¿El padre?" -No yo no soy el padre- sonreí nervioso.
-Bueno puede llamarlo, la joven Martin no puede estar sola en el parto- explico casi gritando el doctor.
-Pero el padre... Bueno llamare a su hermana- dije sacando mi celular cuando una enfermera abre la puerta dejando que los gritos de dolor de Cheryl salgan de la habitación.
-Doctor Smith ya no hay tiempo- dice algo asustada la joven enfermera "Ja novata"
-No queda de otra- menciona el doctor jalandome de la muñeca.
-Cheryl ¿Estamos listos?- pregunta el doctor -El va estar aquí ¿De acuerdo?-
-¡Me importa una mierda!- grita Cheryl bastante enojada.
-Bien señorita Martin comencemos con esto- sentencio el doctor.
Cheryl escurría sudor por toda su frente, solamente decía demasiadas maldiciones cada vez que hacia el esfuerzo de pujar, apretaba fuertemente mi mano y yo estaba apunto de desmayarme, mis piernas temblaban tanto que era sorprendente como yo podía estar de pie. Inconscientemente yo también comencé a sudar. Solamente eran 8 meses de gestacion "la bebe se quiso adelantar un poco" pensé bastante tenso.
-Ya casi Cheryl podemos ver la cabeza- informo el Doctor.
-¡Se útil para algo Lucas!- grito Cheryl- ¡Maldito idiota!- grito Cheryl antes de desplomarse en la almohada aligerando el agarre de mi mano. Escuchando el llanto de un bebe.
-Oh...- la enfermera entrego a la niña en los brazos de Cheryl, era tan linda, su cabello apenas se divisaba debido a que estaba completamente roja, y con un llanto tremendo.
-¡Felicidades a los padres!- sonríe la enfermera con un nerviosismo que no podría ocultar nadie.
-¿Padres?- pregunta Cheryl -No, jamas en mi vida, nunca-
