Se puede decir que tengo varios emo-niveles.
El de cuando falta comida; en el que me hago una bolita hasta que llegan los del dominós.
El qué ocurre cuando me frustro; en el que intento una y otra vez las cosas aunque esté siguiendo los pasos mal.
El que me hace parecer un adolescente enamorado.
Y en el que era mejor déjame solo.
Estos no son ningún secreto para mis conocidos -y desconocidos-.
Pero en estos días deje ver a mis amigos el último nivel.
El emo de cuando te rompen el corazón.Entre lágrimas y el escondite -nada divertido, por cierto- de toda cosa cortante -si, palillos incluidos- Kuroo y Kenma se pasaron su reencuentro cuidándome.
Así soy yo.
Bokuto Koutarou, arruinando no-lunas de miel desde tiempos inmemorables.He de volver a presentar fotos el martes, lo peor de todo es que estábamos a domingo.
Buscar alguna apta oprime mi garganta. La mayoría son suyas, me pregunto si tendré que tirarlas.
Lo que mas duele es pensar que hubo un momento en el que creí que tendría una oportunidad.
Es culpa suya por darme esperanzas y mía por ser tan estupido.
Ninguna otra foto antigua me convence como las suyas. Pero creo que ya me he pasado demasiado sus derechos de autor por el forro.Kuroo, viendo mi estado actual, me manda a bajar a comprar.
Algo me dice que quiere intimidad un rato.-Quiero intimidad un rato.
Ah claro, es él.
Cojo un abrigo -¿a quien le importa que haga sol? A mí no-, algo de dinero y una bolsa. Por si acaso pillo el móvil y una cuchara. Nunca sabrás cuándo tendrás que usar una.
Bajo rápido las escaleras, se me olvidaba lo reconfortante que era hacer algo de deporte, quizá debería salir a correr.
Llegó corriendo al supermercado. En el camino algunas personas me miran extraño, hay otras que comienzan a correr conmigo. Ni que me estuviera persiguiendo la depresión.
Me detengo un momento para estirar, he recorrido un trozo considera -no es que me haya perdido, no, para nada-.
Cojo la lista mientras deambuló por los pasillos. Las dependientas me miran con una mezcla de pena y lastima.
Al final compro todo lo que hay en la lista sin rechistar, tampoco me echan de la tienda, voy mejorando.
De camino a casa me siento en un parque, hace mucho calor.
Me quito el abrigo y me tumbo encima de él. Se está muy a gusto.En el limbo de entre la conciencia y morfeo me acuerdo de sus ojos, hay un niño con una pala de arena del mismo color. Entrecierro los ojos mirando fijamente el objeto. La madre empieza a huir junto al niño mientras grita algo de que la policía supuestamente era muy buena en este país.
Tendría que hablar con Akaashi, no quiero estar en vilo otro día más, con uno me parece suficiente.
Soy una presencia efímera en el camino de vuelta a casa. No hay rastro de la desbordante energía que tenía al ir. La Bolsa de las verduras en mi mano derecha me devuelve a mis pies cuando mis pensamientos suben a las nubes.
Presionó el séptimo piso y me encamino a la puerta C.
Estoy un rato mirándola fijamente, dejo La bolsas en el suelo, no pienso arriesgarme a la escena que me esperaría en casa.
Colocó sin fuerza el dedo sobre el timbre. Cuando quiero dar media vuelta, una presión mía involuntaria sobre este me paraliza. No pienso huir a mi consciente.
Esta se abre tras otros interminables angustiosos segundos. Ni siquiera levanto la mira del suelo, aunque prefiero que este rechazo sea más rápido y directo, no me podría permitir ver la expresión de desdén en sus rasgos.
-Hola...- me rasco la nuca con nerviosismo, dispuesto a dejar las bolsas en ofrenda de paz y huir de nuevo al parque donde espero que no me esté buscando ningún policía.
Y de nuevo hay un seísmo en mi existencia cuando sus brazos cubren los míos y su cara se resguarda en mis hombros.
![](https://img.wattpad.com/cover/123415169-288-k758796.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Grabando - Bokuaka
FanfictionBokuto Koutarou se acaba de mudar a un nuevo departamento y descubre que tiene a un... delicioso vecino Créditos al autor del dibujo de la portada. Los personajes de Haikyuu no me pertenecen a mí, si no a Haruichi Furudate.