Kuroo colgó el teléfono mientras le seguía sosteniendo la mirada a mi vecino.
Sinceramente me había perdido en ella y espero que nadie me encuentre
Pero al ver la cara que tenía kuroo viendo a la acompañante, decidí que era mejor ayudarlo
Tenía cara de desesperación, y decidí que era mejor ayudarle a sentarse, en verdad me preocupa, en estos casos el sería el primero en reírse al ver la cara de idiota que se me ha quedado.
Cuando me contó que la acompañante era en realidad el acompañante y más específicamente que era su pudín, fue mi turno de quedarme en shock.
Me senté junto a él y me pregunto si podía invitarle a que hablaran a mi apartamento, mi bro estaba en problemas, pues claro que le dejaría mi apartamento, le conste apurado que haría lo que estuviera en mi mano y de paso le pregunte se quería algo más. Solo masculló algo de que quería a su gato.
Se dispuso otra vez a llamarlo y tras un rato de conversación me dijo qué vendrían en media horaEstuvimos haciendo el imbecil un rato más hasta que fui a dejar sus cosas en mi habitación, y nos quedamos un rato observando las fotografías. Tenia la sensación de que había algo mal, pero no caía en la cuenta.
Entonces ambos caímos, el mural de mi habitación, las fotos, mierda. Me apresuré a quitar las fotos de mi cuarto antes de su llegada y las escondí en los cajones y el armario
Prácticamente quite todas.
Al rato sonó el timbre y juraría ver a kuroo pegar un brinco en el sofá y observar recelosoAbrimos la puerta como si detrás de ella se encontrará la muerte.
Al abrirla totalmente las lágrimas contenidas de kuroo fueron ahogadas por el abrazo que le dio al chico-gatito, que parecía dejarse hacer como un muñeco de trapo
Teniendo en cuenta lo que se de la historia no me sorprende la reacción de mi amigo.
Después de un rato en la puerta los invito a pasar
Seguía acordándome del punto mental que me había anotado y al parecer mi acompañante también, ya que me observo curioso
Les invite a que se sentarán en el sofá, y haciendo gala de unos modales que no tenía les ofrecí algo de beber, mientras el Pendejo que tenía de bro se calmaba y se tumbaba abrazado de la cintura del pudín en sus muslos, lo que lo tranquilizó definitivamente fue que el chico-gatito le acariciase el pelo.
Decidí que era mejor darles espacio y el vecino suculento y yo nos fuimos a La Cocina.
-Bokuto koutarou- quería causarle una buena impresión al presentarme, pero falle estrepitosamente al resbalarme con zumo de uva y caerme al suelo.
Creo que no volveré a intentar "emborracharme"
Otra vez pude ver esa sonrisa y no me molesto en absoluto ser el causante de esta
- Lo siento, debo parecer imbecil.- Si, no sabría decir si la sinceridad es una virtud o un problema que tengo
-akaashi keiji- se acercó para ayudarme a levantarme y su fragancia me nubló sus sentidos de nuevo, sentí como su mirada recorría todo mi cuerpo, desde mi pelo despeinado bajando hasta mi camista con algún chiste de búhos, deteniéndose un momento en mi entrepierna y acabando en mis zapatillas desgastadas.
Por algún motivo siento que me ha desnudado hasta mi alma. Se acerca a mí acortando el mínimo espacio que ha quedado
- No te preocupes, me parece que eres un torpe bastante adorable- aunque le anotó un pongo mental por pillarme desprevenido no voy a dejar que me gane en esta competición, aunque sea de mi cabeza
-¿Torpe?- inquiri siguiéndole el juego, susurrándole en el oído- hablas con uno de los cinco grandes de Japón- añadí con orgullo
-Sabía que me sonabas- sonrió burlón- también juego al voleibol, si quieres algún día la levantare- sinceramente lo último lo podía tomar de varias formas, sobre todo si tenemos en cuenta en cuenta que su mano estaba apoyada en mi pecho
-No pongo objeción-
Estuvimos un rato más coqueteando, hasta que volvimos al salón a ver cómo estaban los "gatos". Una vocecita en mi cabeza me decía que si no me alejaba de él me lo acabaría tirando sobre al lavavajillas.
Al volver todo seguía igual, salvo porque el chico le susurraba cosas al oído a mi bro, que milagrosamente lograron que se calmaran
-Dame tu teléfono- me pidió mi vecino, se lo di sin molestarme en ocultar mi foto de perfil tan absurda, para tener 21 años no es muy maduro tener la foto de bob esponja. El meme de no c we, weno ci c pero no te wa a deci me había llegado al alma y lo demostre poniendomelo en el estado, cuando hice el amago de preguntarle para que quería mi número, aunque no me oponía sentía curiosidad, me contestó antes de que pudiese formular la pregunta- creo que kenma estará un rato más con kuroo
-¿Como sabes su nombre?
-Ah, kenma habla a menudo de él- al ver la cara de confusión que estoy seguro que tenia, dijo- el chico con raíces oscuras que parece un gato
-Al principio creí que se trataba de una chica
-pfff, no sería la primera que le pasa -comentó con aire alegre
Le acompañe a la puerta del piso y antes de que se fuera le cogi de la mano y le jale hacia mi, me anote otro punto mental cuanto le di un beso en la comisura de la boca y se ruborizó a otro nivel. Acto seguido el se fue.
Le espie por la mirilla mientras observaba burlon como se tambaleaba. En verdad he perdido la cuenta de nuestro jueguecito, pero no me importa para nada, era una pequeña chispa, de momento

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Grabando - Bokuaka
FanfictionBokuto Koutarou se acaba de mudar a un nuevo departamento y descubre que tiene a un... delicioso vecino Créditos al autor del dibujo de la portada. Los personajes de Haikyuu no me pertenecen a mí, si no a Haruichi Furudate.