Epílogo: Equivocado

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Su cintura estaba siendo rodeada por aquellos delgados brazitos y sus labios siendo tranquilamente besados.

Jeon, por su parte, acariciaba con ambos pulgares las mejillas del rostro que sostenía entre sus manos.

Min Yoongi.

Ambos sonríen, dejando que sus labios se distancien poco a poco. Jeon ordena el flequillo de Yoongi para que este pueda mirarle sin obstáculos y molestias. Porque ambos saben bien, que quizá, ese instante será el único para contemplarse de aquella forma

Y es triste.

—Yo... lo lamento, ¿sabes? —la voz de Yoongi suena llena de eco, tan lejana, a pesar de estar a pulgadas de distancia.

—No lo hagas. Son... cosas que pasan —replica Jungkook, riéndose junto a Yoongi.

¿Había remedio en ver las cosas de forma diferente después de todo? Yoongi y él sabían que todo era un sueño, probablemente provocado por Jungkook.

—Claro, cosas que pasan.

Jeon asintió metódico sin saber qué decir realmente. ¿Es que alguno de los dos había tenido la culpa?

¿Jeon por ser parte de la FBI y tener, por instinto, la obvia necesidad de ayudar y cerrar casos con justicia, o Yoongi por ser un humano tan especial y a la vez tan desafortunado como para ser el punto de mira de una persona con tantos problemas y nadie que pudiera hacerle encontrar un norte?

No. Definitivamente no. Ninguno podía tener la culpa de que las cosas simplemente se dieran de aquella manera.

Aunque quizá si jamás se hubieran conocido...

Jeon hubiera abierto un caso entre tantos de un chico siendo acosado por un extraño con una fijación por los suicidios y ya.

Sin sentimientos, sin enamoramiento, sin tanto cariño, admiración, necesidad e inminente amor.

—Por favor, olvídame, ¿sí? —los brazos de Yoongi se contradicen a la hora de abrazarlo con más fuerza, y aunque Jeon sólo podría mantener aquellas sensaciones en su mente a la hora de despertar, apoya su mejilla contra el pecho de este.

—Déjame sufrir lo que tenga que sufrir, ¿sí? —ambos ríen por la manera en la que Jeon imita la voz de Yoongi. Ríen para no llorar, porque no hay valor en ello.

Jeon busca el rostro de Yoongi con sus manos, pero este ahora sólo parece un lindo holograma abrazándolo.

—Vamos, Yoongi. Aún tengo cosas que decirte —ríe con cierta desesperación—. No-no puedes irte así de simple, ¿sabes? Nunca pude decirte lo mucho que te quería, así que debes escucharme ahora.

No hay reacción, sólo una imagen ficticia rodeándolo.

—Yoongi, yo te amo...

Realiza la acción de querer abrazarlo, pero su cuerpo pasa de largo y aquello le crea la sensación de ir cayendo desde un acantilado. Despierta.

Un montón de papeles mal cortados con el montón de números y direcciones que Yoongi le había dado yacían en su mano.

El techo de su departamento parece la peor vista, y por ello pestañea tantas veces como le es posible. Quizá así podría volver al escenario anterior, pero su cuerpo está cansado de dormir y simplemente no puede.

Ni siquiera ha tenido tiempo de organizar sus ideas, porque quiere huir de ellas, porque sabe que va a sufrir y no lo desea.

Pero la imagen de Yoongi recostado sobre él, despertando después de una deliciosa siesta, le lastima más de lo que desearía.

Repentinamente enojado, frustrado e inminentemente dolido, comienza a llorar.

Su antebrazo se acomoda sobre sus ojos y susurra con la voz quebrada: —Todo fue un maldito error.

Fin.

Somebody's Watching [Yoonkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora