Viajero.

10 0 0
                                    

A veces un amor pasajero duele mucho más que uno que lleva mucho tiempo en tu vida. El amor fugaz te regala magia en su máximo esplendor, porque a veces ni siquiera llegas a decepcionarte, entonces uno se queda ahí, esperando por más, sintiendo que uno pudo haber dado más. Ese amor pasajero te deja un sabor amargo en tu paladar, esos que por más que pasen queda esa sensación, ese recuerdo, ese fantasma de saber que estuvo ahí y que uno no tuvo la oportunidad de enfrentarse, de hacerle frente y poder ganarle. No tuvimos es poder de enterarnos si era absolutamente dulce o a veces tenía un par de notas ácidas.
Eso hace el amor pasajero, nos deja con ganas de más, con la impotencia del "que hubiera pasado si el destino nos daba más tiempo". Y acá estamos, intentando cerrar una puerta que alguien dejó entreabierta gracias a que no estaba seguro si podía llegar a regresar.   

Sobre errores y otras frases...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora