- Cállate!- grite, vi como mi hermano iba a empezar a hablar nuevamente pero no sale ningún sonido de su boca.
Veo cómo me mira asustado y hace un gesto de cómo si estuviera gritando, rápidamente se va corriendo hacia el área de entrenamiento de nuestro hogar, en ese lugar se encontraba mi padre.
Pasan varios minutos y veo cómo mi hermano mayor, Daiki, llega con mi padre.-Hayami- oigo como me llama mi padre- ¿que le has hecho a tu hermano?- me pregunta colocando ambas manos en su cintura
- N-no se, Pa-Padre..- dije agachando la cabeza
- Bien- dijo y veo cómo se queda pensando por un momento- ¿Que estaban haciendo antes de que... pasara?- nos pregunta, y veo cómo Daiki intenta hablar pero no puede y ambos me miran
- Bu-Bueno, Daiki, me estaba molestando, diciendo que nunca me casaré por que no tengo una singularidad, entonces le grite que se callara- me quedo en silencio por unos segundos- y se calló- dije volviendo a bajar la cabeza, pero escucho la risa de papá.
- Vamos a intentar algo- dijo y lo miro con curiosidad y el solo me sonríe- dile que hable- me dijo señalando a mi hermano con la cabeza, lo miro nerviosa- vamos- dijo, y asiento.
- Daiki, habla- dije y nos quedamos mirándolo.
-Esto...- dijo y abrimos los ojos como platos- funcionó? Funcionó!- dijo saltando de un lado a otro y simplemente desapareció dejando una ráfaga de aire, esa es su Quirk, ser veloz, me quedo viendo a papá y el me mira.
- Creo que ya desarrollaste tu singularidad, hija- dijo sonriendo para agacharse en frente de mi- un año tarde pero lo lograste hija- dijo riendo- pero debo ver cómo funciona realmente tu singularidad- dijo colocándose una mano en la barbilla.
-Cariño, Daiki apareció en la cocina diciendo que ya podía volver a hablar- dijo mi madre entrando al salón de juegos donde me encontraba con mi padre.
-Nuestra pequeña ya desarrolló su Quirk- dijo viendo a mi madre a lo que ella sonríe y se acerca a mi a abrazarme- aunque debo ver cómo funciona en verdad- dijo mi padre mientras mi madre me cargaba.
- Ves- me dice- no tenias de que preocuparte- dijo dándome un golpecito cariñoso en la nariz a lo que río-
Pasaron varias semanas en las que mi padre se había puesto a averiguar en qué consistía mi singularidad.
- Di: Fuego- me dijo
- Fuego- dije, pero nada pasó. De ahí colocó su mano en su barbilla nuevamente. Y veo cómo se le ocurre una idea. Rápidamente busca una hoja de papel y la coloca en frente de mi-
- No puedes hacer fuego, pero vamos a ver si puedes hacer que arda- dijo y me quedo viendo la hoja
- Bien- le digo- Arde!- digo con energía y está de la nada se enciende y empieza a ardes en fuego- apágate- dije y así el fuego cesó, veo a mi padre sonriendo pero veo que su mirada está detrás de mi, volteo y veo a un hombre, es alto y corpulento con pelo rojo como el fuego y para combinar una barba de fuego.
- Endeavor! Amigo!- dijo Papá acercándose a él para saludarlo con un apretón de manos.
- Kaito, no estoy trabajando- dijo el hombre serio para después reír con mi padre.
- Está bien, Enji- dijo papá riendo- Tu debes ser Shoto- oigo que dice mi padre y me fijo a quien está viendo, un niño- Soy Yamamoto Kaito- dijo papá mostrándole su mano para saludarlo.
- Shoto- dijo el señor Endeavor- Saluda- le dijo y El Niño sale de detrás de su padre y lo veo.
Su pelo está dividido en dos colores, rojo y blanco, al igual que sus ojos, Azul y Gris.