Taehyung revolvió su cabello mientras le abrazaba por los hombros y tiraba de él hacia abajo, recostándolos a ambos sobre el pasto recién cortado de la cancha de fútbol. Jungkook podía escuchar a lo lejos las risas de sus compañeros, que disfrutaban de una hora libre. Los hombres jugaban basquetbol y las niñas se juntaban cerca de las canchas para hablar.
.- Eun Sol se me confesó antes de entrar a clase – le cuenta Taehyung, su mano todavía enredada en sus cabellos – Ella me regaló un chocolate y una carta, aunque no era necesario todo eso, yo ya lo sabía. Hay mujeres que no son nada disimuladas.
Jungkook tuerce los labios, queriendo mitigar la molestia: .- ¿En serio? ¿Y qué le dijiste?
.- Nada, ¿qué se supone que deba decir? – pareció encogerse de hombros el mayor y Jungkook pudo sentir que sonreía – Es una niña linda, pero no me gusta. Tampoco es que vaya a tratarla mal o algo así, Jungkookie.
.- Has dicho que ya lo sabías... - dice entonces, cuando ambos han quedado en silencio por un buen rato - ¿Era tan obvio?
Taehyung se ríe quedo, como si fuese una pregunta sin mucho sentido: .- Ella me dejaba copiarle todas las tareas, Jungkookie y también me miraba todo el tiempo, creo que era bastante obvio.
A medida que el mayor hablaba, Jungkook sintió todo su cuerpo tensarse con miedo. Porque ambas cosas eran algo que Jungkook no podía evitar hacer por Taehyung; siempre había estado dispuesto a hacer las tareas por él, proponiéndoselo incluso cuando Taehyung podía hacerlas sin dificultad. Siempre estaba mirándole, sonriendo porque el rostro fino y la sonrisa brillante del mayor le deslumbraban.
¿Él también era demasiado obvio?
.- ¿Hay... hay alguien más así de obvio? – preguntó, casi mordiéndose el labio mientras buscaba relajarse, Taehyung no había dejado de acariciarle, su cuerpo más grande y fuerte que el suyo de 13 años.
.- Supongo, sé de algunas – fue la respuesta tras un rato en silencio, su mano cayó lejos de su cabello y Jungkook sintió que Taehyung intentaba alejarse levemente – Sé que hay muchas personas a las que les gustó, Jungkook... Pero no por eso voy a dejar de ser su amigo ni tampoco rechazaré lo que quieren hacer por mí.
Oh, él entendió la indirecta a la perfección.
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10 partes de una canción triste.
أدب الهواةJungkook podía resumir su historia en diez simples actos. Y recordar siempre era un asunto amargo que era imposible obviar; incluso ahora, 12 años después. Taekook. Historia real.