HIS PICTURE.

IV

—Dean, dile de favor al joven Lee que espere, estaré con él en un momento. —
Retirose el sirviente, dejó a la pareja, permitiendo que Wonho se dirigiera nuevamente a Hyungwon.
— Escúchame bien, Chae. Lee Minhyuk es mi gran y querido amigo, con un encanto auténtico. No te atrevas a corromperlo, ni arruinarlo. Tus influencias son muy peligrosas y hay pocas personas tan maravillosas como él en este vasto universo. —

Al principio sonaba amenazante, demasiado serio sobre lo que había tocado una fibra delicada dentro suyo. Pero Wonho siendo así de sensible, pronto demostró moderada desesperación, una súplica.

— No te lleves lo único que ahora ha dado sentido a mi arte, eso está en juego. Quiero que tengas en mente que te brindo toda mi confianza.
— Pfff, qué cosas tan graciosas dices, Hoseok.

Y sin más, la delgada mano del lord tomó la otra, tirando de ella para llevarlo hasta el interior de la casa. Dentro de ella, en el estudio, Lee Minhyuk estaba sentado en el piano, con un tomo entre sus manos.

—Tienes que prestarme este número, Hoseok. Es simplemente encantador.
— Todo eso depende de qué tan bien te portes hoy, Minhyuk. El pedestal te espera con ansias.
— Estoy enfermo de pararme y sentarme. Ni siquiera quería un cuadro mío. . .

Contestó con petulancia, deslizando su delgado cuerpo y dejando a un lado el banquillo frente al piano. Al percatarse de la presencia de Hyungwon, la vergüenza invadió la zona de sus pómulos, después escaneándolo con la mirada.

— Ojalá me disculpe, pero Hoseok no me había dicho que tenía compañía.
— Este es Chae Hyungwon, un amigo del colegio de Oxford. Estaba diciéndole lo fenomenal que eras como modelo, pero ahora lo has echado todo a perder.

— Pues no ha arruinado el placer que tengo de conocerle, joven Lee.

Terció el castaño con aquella sonrisa torcida, extendiendo su mano para estrechar la del menor en presentación.
— Mi tía ha hablado mucho de ti. Que eras uno de sus favoritos, aunque me temo que también de sus víctimas.
— Ah. . . Yo terminaré crucificado por mi falta, hace poco debía reunirme con ella para realizar un dueto de cuerdas. Creo que eran tres números los que debíamos realizar. Lo prometí, pero se me olvidó por completo.
— Descuida. Ella te adora, así que será fácil que te perdone. Además, la forma en la que toca basta para que parezca que hacen ruido dos personas.
Mientras Minhyuk reía por su comentario, Hyungwon analizó las facciones de su cara. Unos labios bien curvados, rojos como una delicada cereza y al tono uniforme de su rojizo cabello. Era un sujeto sin igual debido a su juvenil apariencia, casi de un niño. La febril pureza que te dejaba confiar en él a la primera.
No había duda del porqué Wonho lo idolatraba.

— Minhyuk, tienes un encanto desaforado, no lo desperdicies en cosas como la filantropía.—

Para ese entonces, Wonho había regresado a su trabajo. Aunque se notaba algo de inseguridad sobre Hyungwon. Le conocía lo suficiente como para temerle y su angustia podía reflejarse en su mirada mientras preparaba las mezclas de pintura y los pinceles.

—Hyungwon, me gustaría terminar el cuadro hoy. ¿Sería demasiado grosero de mi parte pedirte que te fueras ya? —
Hyungwon entonces se giró hacia Minhyuk, con un rostro inocente. Cosa muy rara en él.

—Minhyuk. . . ¿Puedo irme?
— No, no le hagas caso a Hoseok. Está de nuevo con sus actitudes enfadosas. ¡No tolero cuando actúa así! Por favor, quédate. Además, quiero que me digas a qué te refieres con lo de la filantropía.
— La verdad, es un tema demasiado serio y aburrido. Pero me quedaré aquí, ya que me lo pides. ¿De verdad que no te importa, Hoseok? Varias veces me dijiste que te gusta cuando tus modelos tienen a alguien con quién charlar.