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Minhyuk se había adelantado mientras ambos mayores charlaban, aprovechando para sumergir su rostro en el embriagador y fresco perfume de las flores lilas. Los pétalos acariciaban sus mejillas, besándolas con un cariño cohibido. Hyungwon se acercó entonces, posándose a un lado de su oído para murmurar en éste, posando su mano sobre el hombro derecho.

Qué bien que hagas eso. La cura del alma son los sentidos, así como el alma es de éstos.—
El más bajo trató de apartarse, puesto que la cercanía le había asustado. Los mechones rojizos de su cabello se habían despeinado y sus labios temblaban, incrédulo con su mismo agrado. Le había gustado el hecho de que se aproximara, sujetándole y mostrándole todo lo que había permanecido encriptado; una verdad absoluta.
—Sí. . . Al fin escuchas el secreto de la vida. La cura de los sentidos y el alma. En serio eres una criatura maravillosa. Sabes más de lo que crees y esperas saber.—

Ante esto, Minhyuk desvió su mirada. No podía evitarlo, amaba ser observado por aquel delgado y agraciado hombre, con sus labios carnosos y sus manos igual de delineadas. Estás se movían con encanto, seductoras. Su piel, igual de inmaculada como la suya, deseaba acariciarle como las flores. Pero igualmente le aterraba, ergo, sentía vergüenza de ese mismo efecto. ¿Por qué se sentía tan vulnerable ante un extraño? Hoseok y Minhyuk se conocían desde meses atrás, pero jamás le alteró ni modificó su sentir. Hasta ese momento fue que una persona se le apareció en su vida, diciéndole la solución de los misterios de ésta. ¿Por qué tenía tanto miedo? No era ningún crío.

—Sentémonos en la sombra, Minhyuk. Dean traerá las bebidas, pero debemos conservar tu piel blanca o sino te arruinarás y Hoseok no te pintará nunca más. No podemos permitir que te quemes. —
—Pffft. ¿Y eso por qué me debería importar? —
—Oh, debería y mucho. La juventud y la belleza son atributos que valen la pena conservar.—
—No logro comprenderlo, Hyungwon.—

Minhyuk se había reído, incrédulo ante las palabras del lord, que hablaba completamente en serio.

—Lo comprenderás cuando tus cabellos dejen de ser dorados como el trigo, tu frente se llene de arrugas y te vuelvas feo. Lo lamentarás terriblemente. Ahora mismo encantas al mundo, pero. . . ¿Te has preguntado si será imperecedero? Tienes un rostro maravilloso, no frunzas el ceño. Y la belleza es también una versión del genio. Es más, la belleza tiene una altura mayor al genio, puesto que no necesita explicación alguna. Es como los rayos del sol, la primavera o el reflejo plateado en las aguas oscuras de la Luna en un lago. No puede ser cuestionado. Vuelve príncipes a los que tienen la soberanía de la belleza. —

Minhyuk sonrió, encantado por las asimilaciones que hacía su compañía. El ego tan bien cuidado por todos crecía, así como su corazón se aceleraba al escuchar semejanzas provenientes de tan exquisita boca. Hyungwon se percató de esto, por lo que cesó hasta que Minhyuk lo notó.

¿Sonríes ahora? Pues dejarás de hacerlo cuando todo eso desaparezca. —

Y como si fuese una orden, la desilusión marcó el rostro del dulce y caprichoso Minhyuk.

La gente dice que la belleza es superficial, puede que lo sea. Pero no hay algo más superficial que el pensamiento mismo. Para mí, la belleza es una de las maravillas absolutas. El verdadero misterio está en todo lo que es tangible, no invisible. Los dioses han sido amables contigo, Lee Minhyuk. Pero así como dan, también quitan. Tienes tan solo unos años para disfrutar completamente tu vida. Cuando tu belleza y juventud se vayan, te darás cuenta de que no lograste nada o bien, tendrás que conformarte con el consuelo de los triunfos conseguidos en el pasado. Y esos, serán aún más amargos que los fracasos. Así como los meses pasan, te acercas a lo terrible. El tiempo está celoso y marchita a las lilas, a las rosas. Tus ojos se llenan de ojeras y tus mejillas se pegan a tus pómulos. ¡Ah, por favor! Vive, vive al máximo, no pierdas oportunidades, disfruta. . . Traénos el nuevo Hedonismo. Tú, sin duda alguna, podrás ser el símbolo de lo que nuestro siglo tanto necesita.—

Hyungwon se había arrodillado, sujetando las manos de Minhyuk como un creyente venerando al nuevo mesías, ese que traería un milagro, el cambio del mundo con una simple sonrisa.

El mundo es tuyo, pero solo por una temporada. Cuando te conocí, supe que tenías un encanto sin igual, que tú eras inconsciente de lo que tenías o podrías tener. Sentí la necesidad de decirte que las flores solo tienen su esplendor individual en unas temporadas. La juventud de los veinte años la perdemos, volviéndonos marionetas de extremidades atrofiadas y sentidos podridos; con el terror de habernos contenido cuando aún teníamos pasión y pudimos tenerlo todo. ¡No hay nada más en el mundo que juventud!—

Minhyuk no tenía palabras. Sus ojos, desorbitados, demostraban la impresión que había dejado, mientras sujetaba un ramillete de lilas. Éste pronto tocó la grava del suelo. Una abeja voló hacia este, siendo la escena que captó, trivialmente, el interés del pelirrojo. ¿Trataba acaso de distraerse de las grandes cosas que justamente había descubierto en cuestión de minutos gracias a Hyungwon?
El insecto salió pronto de los retoños, teniendo la retaguardia llena de polen, se alejó hasta unas campanillas a lo lejos.

Wonho entonces se asomó desde el porsche, haciendo señas para que entraran.

— ¡Vengan aquí, la luz está perfecta para continuar! ¡Pueden traer sus bebidas! —

Hyungwon y Minhyuk entonces entrelazaron sus miradas, sonriendo en sincronía mientras caminaban una vez más, hacia el interior.

HIS PICTURE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora