Hurricane | SeulRene

Track 4

Park Sooyoung lo tenía todo planeado: no podía salir nada mal. Era sábado, así que iría a donde el huracán iba normalmente, para acercarse a ella y tener lo que quisiera.

Cuando por fin llegó la noche, las dos chicas llegaron. Para su sorpresa, Sooyoung estaba ahí.

— Venga, huracán. - Seulgi golpeó el brazo de Joohyun, quien al oír lo que la otra le dijo no esperó para ir al encuentro de Sooyoung.

Sooyoung no sabía como aquella chica había siquiera conseguido llamar su atención.
La veía en su salón de clases, y la admiraba por su belleza etérea. Y cuando ese día Bae se acercó a ella y jugó con su pelo por un segundo y marcharse, creyó que tenía una oportunidad.

Sooyoung era como una llamarada, ahora inútil ante los encantos del huracán.

Conversaron un poco. La atracción parecía ser mutua, pero lo cierto era que el huracán actuaba como la mismísima Park Bo Young, la profesora de latín y encargada del teatro de la escuela. Tan convincente parecía su actuación, que Sooyoung decidió lanzarse directamente, pensaba que ya estaba ganado.

Básicamente, tras un baile bastante pegado (bajo la supervisión de Kang, que vigilaba que todo estuviera en orden), Sooyoung se atrevió a sacarla de ahí para llevarla a su casa, a su habitación.

Bae comenzó a ignorar a Sooyoung tras aquello. La segunda mencionada buscaba explicaciones urgentemente. La buscó por todo el instituto la media hora del recreo, y la encontró, extrañamente, sin su amiga Seulgi al lado, ya que había ido a comprar su comida, dejando a Joohyun sola en la mesa.

— Hey, Joohyun. – la chica mencionada no le prestaba atención. — ¿Qué te pasa conmigo? ¿Ya no te gusto?

— Nunca me has gustado, Park.

— Por eso lo de anoche.

— Exacto. Solo quería divertirme. – tras estas palabras, la sonrisa de confianza de Sooyoung se desvaneció rápidamente.

— No te atrevas a jugar conmigo, Bae Joohyun.

Park levantó la voz más de la cuenta. Ahora las miraba la mitad de la cafetería.

— Hago contigo lo que me da la gana. – levantó la cabeza para mirarla a los ojos. — No eres más que un juego para mí. Acéptalo.

Hubo un largo silencio por parte de Sooyoung y murmullos de los espectadores.

— Huracán, ¿eh? - volvió a hablar, creando silencio entre la gente que las miraba. — Así te llaman todos. Crees que puedes llegar a mi vida, y destrozar todo a tu paso. Bae Joohyun, sufrirás las consecuencias. Quien juega con fuego, acaba quemándose.

— Un fuerte viento puede apagar ese fuego. - dijo desafiante, para después levantarse y dejar a Sooyoung sola, mientras sentía la mirada de la multitud clavarse en su piel y sus murmullos ensordecerla.

Pero lo que el huracán no sabía es que en Sooyoung ahora ardía una llama más grande de lo que un huracán puede extinguir.