Seguir adelante es un proceso de todos los días.Un día puedes estar muy feliz y al siguiente sentirte sin esperanza. Pero es totalmente normal. Es el proceso de sanación. Sanar para ser feliz. La clave es cuidar la herida, hacer uso de buen hilo y aguja, coser con cuidado y jamás permitir que aquella cicatriz que te trajo tormento se vuelva a abrir. Y créeme, lo lograrás.