Living with the Enemy. Part 3

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Meditar en lo que Jazz le había dicho, le había dejado en un bucle de cual no encontraba salida.

Reconocía que tenía razón, pero era difícil confiar en el enemigo. Más sabiendo que siempre había dobles intenciones de por medio. Con Vlad no podía ser de otra forma.

De pronto se sintió molesto por la poca comprensión de su hermana, o tal vez por la poca comprensión de él.

El desánimo no tardó nuevamente, y ahí se encontraba a mitad del bucle.

—Extraño a papá y mamá.— Se sentó en la orilla de su cama, la habitación era un desastre debido a sus constantes "berrinches" que no había podido solucionar.

—Extraño a Tucker y a Sam... — Seguro Sam sabría que hacer o qué decir, de eso él estaba seguro.

Se quedaba deprimido un rato y al no encontrar una solución, volvía a iniciar con el problema.

No había escapatoria.

No veía luz al final de ese estrecho y agobiante túnel. La reflexión de poco le sirvió, estando tan ensimismado.

Tal vez era necesario salir de él mismo para ver las cosas de otra perspectiva.

Ahí estaba el primer paso: Aceptar el error. Fue difícil, y con la negación de por medio fue aún más difícil. Si pudiera hacer un recuento de las cosas que niega al día, ya era un experto.

Ahora venía lo difícil.

Ya comenzaba a arrepentirse sólo de pensarlo.

Disculparse con Vlad...

Bufo sólo de pensarlo.

Su humor no estaba para eso, aunque se podía decir que no estaba para nada.

Se levantó de la cama sólo para comenzar a dar vueltas por toda la habitación.

Prácticamente era un perro persiguiendo su cola.

—Tengo que hacerlo... — Entre más rápido, mejor.

Salió de su habitación, encaminándose a toda prisa por los pasillos. Con cada paso, su fuerza de decisión se perdía un poco, debía admitirlo. Y al estar parado frente a la puerta de su habitación, se quedó tenso.

Lo pensó varias veces, pero finalmente tocó la puerta.

Sin respuesta.

—Lo que me faltaba. — Le había costado decidirse, para que no estuviese ahí.

En su oficina tal vez tendría suerte.

Vamos a lo mismo. Definitivamente alguien lo atrapó en un círculo de los cuales no podía escapar desde hace tiempo.

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