1. Waterloo, Iowa, Estados Unidos: Presente

175 12 0
                                    


- No... -masculló. –No puede ser. No puede ser –repitió.

Salió de su casa dando grandes zancadas. Miró el cielo: era luna llena. Ni bien la luz de la luna lo iluminó, éste empezó a mutar, a transformarse. Una súbita energía se apoderó de él, haciendo que aúlle de manera estruendosa. Uno por uno, los vecinos que se hallaban en casas aledañas salieron y empezaron a mutar también.

- ¿Qué sucede, mamá?

- No lo sé. Quédate en donde estás.

- ¡Estaba durmiendo! ¿Qué demonios sucede?

- ¿Qué pasó?

- ¿Ya es luna llena?

- ¿Qué sucede, hombre? –preguntó un lobo con voz rasposa.

- La guerra –respondió el primero en salir.

Todos quedaron callados. Un lobo con una cicatriz en el ojo se acercó.

- Deja de bromear, viejo. Con eso no se juega.

- ¡Que no juego, maldita sea! –espetó. -¡Es la guerra! ¡La guerra misma!

- ¿Cómo lo sabes?

Acto seguido le mostró el mensaje en el intercomunicador. Leyó en voz alta:


"Quédense en donde están. Protejan a los suyos. Si ven algo, avisen al Grupo Especial de Lobos Armados. Enviaremos a los nuestros. Esto no es un simulacro. Repito, esto no es un simulacro.


Jeremiah Lightwood

Primero en Mando

Sacramento, California"


- ¡Maldita sea! –refunfuñó otro lobo.

En medio del tumulto, una sirena empezó a sonar a lo lejos. A muchos se les erizó el pelaje y fueron a resguardarse. Sin embargo, los más valientes se quedaron en su lugar, expectantes.

- Billy, ¿qué haremos? –preguntó el de voz rasposa.

- No lo sé, Tuck.

- ¡Deberíamos actuar! –dijo el de la cicatriz.

- ¿Y qué pretendes hacer, Gray? ¿Quieres que te maten acaso?

- ¡Claro que no! ¡Pero si lastiman a los nuestros, seré yo el que los mataré a ellos!

- William Warehouse, Tucker Memphis y Grayson Bunjee.

Se dieron vuelta, de pronto. Un hombre con una cazadora negra y una bandana roja en su cabeza los observaba, relajado, sonriente.

- ¿Quién eres? –preguntó Billy.

- Oh, solo un don nadie que quiere hacer preguntas.

- ¡Más te vale que sea rápido o te arrancaré la maldita cara! –dijo Gray.

- Oh, tranquilo, lobo –dijo, levantando las manos. – ¿De qué lado están?

Todos se miraron.

- ¿A qué te refieres? –dijo Tuck.

- En el G.E.L.A. quieren mezclarnos –dijo, a la par que se convertía en lobo. –con la raza humana. Incluso con las brujas, las hadas, los vampiros y sólo Dios sabe qué otras cosas más –hizo una mueca, mostrando los dientes. –Es una abominación. Estamos preguntando barrio por barrio de qué lado están, es por seguridad.

- ¿Qué sucederá si no compartimos los mismos pensamientos? –preguntó Billy.

De pronto, al entrevistador se le pusieron los pelos de punta, agachó la cabeza y mostró los dientes.

- ¿Cómo puedes no pensar como los nuestros?

- Es sólo una opinión.

- ¡Pues al diablo tu opinión! –dijo y se abalanzó sobre él.

Tuck y Gray fueron a su encuentro, y lo atacaron a la vez que Billy tomaba fuerzas y se abalanzaba sobre él. En un momento, Billy se puso arriba de él, colocando amenazadoramente su boca cerca de su cuello.

- Es cierto lo que dicen.

- ¿Qué?

- Los más callados son los peores. Los que menos aparentan ser peligrosos, en realidad lo son.

- ¡Muérdelo de una vez por todas, Billy! –gritó Grayson.

- ¡Sí, hombre! ¡Hazlo! –dijo Tucker.

En vez de matarlo, le dijo.

- Te guste o no, vamos a seguir pensando así. Y si Jeremiah quiere reclutarnos para pelear de su lado, pues lo haremos. No necesitamos que un don nadie que se ofende al menor cambio aparezca de la nada e intente persuadirnos de entrar a la legión de Nenitos De Mamá Ofendidos INC. –Tuck y Gray rieron. Billy aflojó el peso, pero no se apartó. –Déjanos en paz, que te puedo asegurar que somos más en cantidad y mucho más inteligentes que los tuyos.

Acto seguido, se apartó del todo.

- ¿Cómo te llamas, cobarde?

- Que te jodan.

Y se marchó. 

IV. Moonlight Shadow: The War Begins.Where stories live. Discover now