"Las desventajas de ser mujer"

Cap. 1 Desventaja #1 "Vestidos y sus consecuencias."

Desventaja Número 1. SÓLO LAS MUJERES PODEMOS USAR VESTIDO ¿Por qué no los hombres? He aquí las consecuencias que traen los vestidos, ojalá les cause gracia :)

"Mamá, te ruego, por favor ¡Sácame de aquí! Haré lo que quieras, limpiaré mi habitación cada semana, cada día, ¡cada hora si quieres! Pero por favor, no me hagas ponerme esa cosa llamada vestido."

Sí, esa era yo, en mi intento de hacer que mi mamá cambie de opinión sobre comprarme un vestido para la boda de mi tía, ¡Odio los vestidos! Son tan, ¡agh! Ni siquiera puedo describir el odio que siento hacia ellos, me hacían sentir tan incómoda al usarlos, por eso siempre al vestirme optaba por unos pantalones o leggins y cualquier remera (Preferiblemente si es de alguna banda de rock).

Como siempre mi madre se hacía la oídos sordos para evitar mis quejas constantes sobre lo que a mí de verdad me interesaba o no. Qué ponte esto Isabella, o esto otro Isabella. ¿Acaso no entiende que no es mi estilo? No cambiaré de opinión. Pasando al tema de los vestidos, yo sugerí que podría usar un esmoquin, es elegante ¿O no? En las bodas se usan prendas elegantes, por mí usaría unos simples pantalones, converse o vans y alguna blusa, FIN, pero en esta vida eso no es bien visto en una mujer, ya que ahí van a estar las "mete narices" como las llamaba mi madre que iban a criticarte cada mínimo detalle de tu vestimenta, maquillaje y lo más importante según ellas, tú comportamiento. ¡Pero claro! Esas doñas sólo se fijaban en las mujeres, no paraban ni un micro segundo en fijarse en los hombres ¿Por qué? ¿Por qué tienen que ser sólo mujeres? ¡EXPLÍQUEMENLO! Lo dejaría pasar si tuvieran algún buen argumento, pero, no es así ¿Qué pena, no?

Tal vez ahora piensen que mi odio hacia los vestidos es estúpido, HASTA AHORA.

-Por favor Isabella, compórtate que nos miran.- Me ordenó mi madre en un susurro y sacando su sonrisa falsa frente a la vendedora que nos atendía.- Adolescentes, ¿Qué se les puede hacer?-. Escupió mi madre, ella y la vendedora rieron a la par.

-Espero tardar en llegar a esa etapa, Milton ya tiene 6 años - Dijo ésta.

-Aprovéchalo lo más que puedas, luego no tienes escapatoria.- Rió mi madre. ¿Acaba de decir que soy insoportable para ella? Está bien, la venganza se sirve fría.

-¡Ay Isabella, mira qué hermoso es este vestido! - Exclamó mi madre, yo como siempre andaba en otro mundo maldiciendo para mis adentros queriendo que este día de compras termine rápido.

-Ah, sí, sí lindo - De verdad quería irme, no le eché ni un vistazo al vestido señalado.

-Bueno, ya que tanto te gusta te lo probarás.- Ordenó con ironía mi madre, sabía que me estaba valiendo un bledo lo de los vestidos, esta mujer sí que sabe jugar con fuego.

-Mierda - susurré.- Ya voy.

El lugar era tan grande que los cambiadores se encontraban en la parte de al fondo del local, con pereza me dirigí hacia allá, me encontré con dos carteles uno que tenía la silueta de una mujer que le acompañaba una larga fila y la de al lado que contenía la silueta de un hombre, esa como de costumbre se encontraba sin nadie. Quiero ir ya de aquí y me encuentro con una fila de 7 personas para poder entrar al bendito vestido, qué más da, me puse en la fila tratando de no escuchar las charlas vacías de las mujeres en mi delante, pero mi vista se posaba cada segundo en la silueta del vestidor de hombres ¡Seguía vacío! Y mi fila seguía tal y como la encontré ¿Por qué las mujeres TARDAN tanto? Conste que dije TARDAN, yo no tardo. Ya me estaba exasperando, no aguantaba las ganas de salir de ahí y volver a casa, una idea se me pasó por la cabeza. "Entra allí, nadie se dará cuenta, vamos estás desesperada" Sí, era mi hermosa conciencia ¡Por fin tenía razón en algo! ¿Me atrevo o no? Mierda.