-¿Qué pasó mami?.- Pregunté con una voz angelical y acercándome poco a poco a la cocina, que era donde se encontraba mi progenitora.
-¿Qué pasó? Tengo los resultados de tus exámenes de sangre ¿Sabes en cuánto estás de azúcar, señorita? ¡865! Ahora, explícame qué pasó.- Gritó y se cruzó de brazos en frente mío. Tiene razón para enojarse, los niveles de azúcar tienen que mantenerse máximo hasta 180, no sé qué habré hecho mal, mierda.
-Mamá... Ni yo misma sé qué pasó para estar así, yo siempre he seguido con la dieta y demás, lo siento.- Dije agachando la cabeza, de verdad me sentía mal.
-¿Sabes desde qué fechas estás con esos niveles?.- Preguntó mirádome fijamente.
-No, pero si me dices podría saberlo.
-Isabella, deja tus chistes a un lado un rato. Estás con éstos niveles desde ese sábado que saliste con Will, cuéntame qué pasó, porque es obvio que comiste o tomaste algo de más ¿o no?.- Me miró de pies a cabeza esperando mi respuesta. Claro, esa noche me hizo tomar tequila, el tequila es alcohol, el cuál se convierte en azúcar apenas entra al cuerpo. ¡Sí que soy una estúpida! Tonta, tonta, Isabella tonta. Empecé a darme golpes en mi cabeza hasta que sentí que mi mamá me detuvo.
-¡Isabella, para! ¿me contarás qué pasó?.- Me puse algo nerviosa, en eso entra mi padre y me mira igual de fijo que mi madre. No a mí. ¿qué iban a decir mis padres si se enteraban que esa noche llegué tomada? ¡¿Qué le digo?!.- Isabella, estamos esperando tu respuesta.
-Mamá...Es que esa noche...- No sabía qué decir, miraba a todos lados para encontrar alguna respuesta, se me acababa el tiempo, hasta que mis ojos se centraron en una botella de Coca-cola que estaba sobre la mesa.- Es que esa noche pedí una Coca-cola, pero no había de dieta, así que sólo la tomé, ahora que recuerdo bien.- ''Buena mentira'' digo para mis adentros.
-¿Nada más? Isabella, si querías que tu azúcar estuviese así de alta, al menos era que te tomes unos traguitos, no una simple soda.- Respondió mi padre tragándose la dona que tenía en la mano, para luego chuparse los dedos y retirarse. ¿Alguien me explica qué acaba de pasar?
-¡Raúl! ¿Cómo le puedes decir eso a tu hija? ¡De dieciséis años, apenas!.- Empezó a gritarle mi madre a mi padre, yo me reía para mis adentros.
-Ay, Mariana, cómo sino hubiesemos sido peor en nuestras épocas de juventud. ¿Aún recuerdas aquellos buenos tiempos? Esa vez que no escapamos a la fiesta de Ronny y yo te tuve que ayudar a bardearte tu casa.
-Esos eran otros tiempos y diferentes personas en aquel entonces. Y tú no te rías, pequeña. Ven, acompañame que ya tengo tu castigo.- Dijo señalándome y abriendo la puerta para ir al jardín.- Bien, viendo que tu padre no estará de acuerdo conmigo poniéndote un castigo, te pondré uno yo. Ponerte un castigo como "Sin salidas por una semana" ó "Nada de fiestas hasta fin de mes" no servirá de nada, porque, admitamoslo, creo que Dylan tiene más vida social que tú, hijita.
-¡Mamá! Ese amor que irradias me dejará ciega.- Respondí irónica. Aunque lo que decía era verdad, es que, no es que no tenga amigos, los tengo, pero me da paja toda la cosa de tener que alistarse para ir y bla, bla, bla. Mejor llamo a Susan y hacemos una maratón de películas.
-Bueno, tengo que ir a hacer el almuerzo, así que te daré tu castigo ahora. Lo cuál será hacer dos horas ejercicio en el patio delantero, donde te pueda ver todo el mundo, cuando estés sudando y agonizando por descanso, ya sabes, el ejercicio es lo mejor para bajar el azúcar. Empieza ahora y cuando termines vas a comer, descansas un poco y repites los ejercicios. Eso harás toda una semana, listo, me voy. No te deshidrates mucho ¿Okay?.
Mi mamá sólo se dio la vuelta y se fue. Dejándome en el patio toda impactada. ¡Todo es culpa de Will! Todo, su culpa el calentamiento global, su culpa que The Beatles se hayan separado, su culpa que a la que vende tamales en la esquina le vaya mal, su culpa todo y punto. Todo mal con él, todo mal. Eran pasadas las doce del medio día, mejor me ponía a hacer ejercicio ya. Empecé con trote en mi lugar para calentar, pero como soy una foca que odia hacer ejercicio me cansé a los dos minutos y me tiré en el caliente pasto, luego de aquel mini descanso, decidí hacer algún ejercicio que implique estar en el suelo ¿cuál es? ¡abdominales! Ponía mi mejor esfuerzo para quemar la grasa de foca que tengo, estaba enfocada en al menos hacer unos veinte, cuando escucho el sonido de un auto para en seco.
"¡Oye pequeña! estás para comerte a besos!" Escucho decir a un chico.
"¿UY DE VERDAD PELOTUDO? ¿TE QUERÉS BESAR LA CHOTA?" Le respondo y puedo escuchar las risas de sus amigos en el auto.
"Vámonos de aquí, ella no es una fácil." Dice él todo avergonzado y el auto sale a tod motor.
¿No les pasa que ustedes andan bien felices haciendo deporte o algo y de repente ven que algún hombre las está viendo con una cara de deseo increíble? Aunque esos son los que son algo "decentes" por así decirlo, otros son como el que me gritó a mí, pero ¿qué carajos les atrae? Ó sea, una está ahí sudando como cerdo tratando de bajar la grasa y los bien desgaciados se quedan todos babeando o "admirando la hermosura" cómo dicen algunos. Ay mira vos que no sabía que el sudor era así de hermoso, haciéndonos quedar todos pegajosos, ah no. Pero no, cuando un hombre se planta a hacer ejercicios les llueven las mujeres y no pues, nosotras al menos tenemos algo de decencia y los vemos desde lejos, porque lo admito, yo alguna vez me he quedado viendo al típico chico lindo, pero no vamos y les decimos "Ay mira vos que quiero que esos brazos me toquen la nalga" ¿O sí? ¡DECENCIA GENTE, DECENCIA!
2:37PM.
Escucho a alguien salir al patio, era mi padre.
-Hola amor. Te traje algo, es helado de yogurt.
-Oh, gracias por traerme leche cortada, Pa.
-De nada.-rió- Amo tu sentido del humor. Eso me lo sacaste a mí, gracias a Dios, más bien no eres como tu madre. Estoy orgulloso de tí.
-Si, sí. Espera, ¿Orgulloso? ¿Por qué?
-Porque lo que les gritaste a esos chicos no lo hace cualquier chica.
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Capítulo dedicado a:
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"Las desventajas de ser mujer"
Humor¿Típica historia de amor? No. ¿Tragedia? No. ¿Risas? Muchas. ¿Tristezas? Algunas. ¿Ironías? Muchas. Isabella Stewart, la principal narradora de esta divertida historia, donde aprenderá: "Las desventajas de ser MUJER". Capítulo a capítulo irá viendo...