capitulo II: sotano

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  Me desperté en mi habitación atado de manos a la cabecera de la cama, sentado junto a un silla se encontraba Brian mirándome fijamente con los pantalones bajos, apenas noto que había despertado dijo:

-genial, ahora podrás hacerlo tu, muñeco-

   sin decir mas me libero las manos y se volvió a sentar, yo me frote senté en la cama mientras que frotaba mis adoloridas muñecas.

-¿y? ¿que esperas una invitación?- dijo mientras me hacia una seña para que me acercara, yo sabia claramente que era lo que quería pero intentaba hacerme el tonto. si otra opción me arrodille frente a el y tome un extremidad con is temblorosas manos y comencé a moverlas rápidamente por todo su largor. pasaron varios minutos y ese asqueroso tipo no llegaba al jodido orgasmo y mis nervios comenzaban a alterarse sabia exactamente que pasaría si el no llegaba enseguida al orgasmo. medio minutos después sentí como su mano jalaba fuertemente de mi cabello haciéndome jadear y abrir un poco la boca, lo suficiente para que el introdujera su pene en ella, intente alejarme pero el me lo impidió, lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos, mientras que mi boca se llenaba de un agrio liquido que Brian me obligo a tragar. después eso me empujo y se subió los pantalones, mientras que yo me limpiaba la boca y las lagrimas. antes de salir de la habitación dijo:

-prepárate los clientes llegan en diez minutos-

    esas palabras se repetían todas las noches desde los últimos dos años, en diez minutos llegaran todos los ebrios, pervertidos y asquerosos  amigos de Brian. 

esos diez minutos pasaron mas rápido de lo que hubiera querido y ahora me encuentro en el sótano repartiendo cervezas entre los seis hombres usando nada mas que uno bóxer negro que me queda bastante ajustado. puedo sentir como los sujetos desvían la mirada del juego de poker cuando paso para mirar mi flaco cuerpo. en una de las pasadas Sebastian el mejor amigo mi padrastro, me quemo con el cigarrillo en las costillas provocando que las cervezas cayeran y las botellas se rompieran. Brian en ese momento se paro eufórico y me pego una cachetada que me hizo caer, ya en el piso comenzó a pegarme patadas, el dolor era indescriptible y me salia sangre por la boca cuando se detuvo y con la mayor calma se sentó en de nuevo a la mesa. después de un rato ya me había recompuesto y estaba parado en un rincón. hasta que un grito de Brian me hizo dar un pequeño salto, el grito desemboco en una discusión:

-¿que quieres que te de? ya no tengo nada-

-no es mi culpa, tu apostaste y perdiste yo gane y ¡quiero mi dinero!-

-dinero no tengo, pero te puedo dar algunas cosas de valor ya sabes, pinturas muebles, lo que quieras-

-¿lo que quiera he?-

-si lo que sea-

-quiero al muchacho- dijo eso mirando en mi direccion

-el muchacho no te lo puedo dar para siempre, pero te ofrezco un trato, te lo presto una semana, vivirá en tu casa, hará todo lo que le pidas y lo mas importante podrás hacerle lo que quieras sin restricciones-

-esta bien tenemos un trato- 

¿cuanto puede soportar un hombre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora