Capítulo 5

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Jiyong durmió plácidamente toda la noche. Al despertar, vio una nota adhesiva en el sofá, era de su hermano.

''¡AA salió bien, enano! Ahora seré mejor hermano para ti.

Come, duerme y quédate en casa.

- T.''

Sonrió y llevó la nota a su habitación para llevarla a su pequeña caja gastada que se encontró de niño. No tenía muchas cosas ahí: una foto de mamá y papá en su boda, una receta escrita a mano de mamá y ahora la carta de Teddy. Esperaba alguna vez tener algo de Seunghyun.

Engulló una rebanada de pizza fría y tuvo que recordarse a sí mismo comer la siguiente mucho más despacio.

Estaba un poco asustado de tener la espalda sin vendajes, así que se lavó con un trapo mojado y trató de no pensar en ello durante el día, después de todo ya no le dolía como antes. Leyó un libro de Seunghyun que estaba tirado en la sala de estar, luego volvió a dormirse un rato y logró mantener a raya los malos sueños. Pensó en Seung también, en lo amable que era y en lo rápido que su enamoramiento se estaba yendo de sus manos. Tenía que ser realista, Seunghyun no iba a verlo de esa manera, y para empeorar las cosas, el mayor ya había visto sus feas cicatrices.

Cuando oyó la camioneta de Seung, Jiyong se dirigió a la ventana con entusiasmo para verlo, después volvió al sofá y se sentó arreglando su cabello. Era tan patética su forma de actuar, pensó Jiyong, y tomó un gran respiro.

Seung entró y Jiyong jadeó para sí mismo de lo bien que se veía el hombre con lo que llevaba puesto. El mayor sonrió cuando vio a Ji.

—Hey.

Jiyong se puso de pie y se llevó las manos a los bolsillos, casual.

—Hey... ¿Dónde está Teddy?

Seung se acercó a él, invadiendo su espacio personal. Jiyong podía oler de primera fuente que Seunghyun había estado fumando, pero muy lejos de molestarle, le agradó esa imagen en su cabeza, lo imaginaba masculino y sexy.

—Le dije que tomara la camioneta y comprara comida, le di una lista.

—Oh, genial. Y buena idea lo de la lista, él es un comprador compulsivo. —Comentó. Seung rió.

—¿Quieres hacer algo? ¿Ver tele, dar un paseo?

Jiyong estaba feliz de que Seung quisiera pasara tiempo con él, pero se sonrojó y desvió la mirada. Lo que tenía en mente no solo era algo que quería hacer de hace años, sino que le pesaba la mente desde la primera vez que entró en la casa de Seunghyun y olió el agradable aroma a dulce. Mordió su pulgar y murmuró:

—¿Sabes hacer galletas?

Seung sonrió cálidamente.

—¡Claro! Te enseñaré una receta perfecta que tiene chispas de chocolate.

Después de cambiarse de ropa, Seunghyun fue a la cocina seguido del adolescente.

Seung derritió mantequilla y luego lo mezcló con los demás ingredientes, eran varios, en realidad. Jiyong solo miraba. Cuando Seunghyun le guiñó un ojo mientras revolvía, sintió que se le aceleraba el corazón.

—Conozco la receta de memoria, con el tiempo se hace fácil. —Seung le acercó la receta y el menor la leyó, ahora entendía por qué había tanta variedad de todo. —Se ve difícil al principio, pero no es así, y su sabor es el cielo. —Susurró por último, muy cerca de Jiyong, el olor a menta inundó sus fosas. Jiyong apartó la mirada para ocultar su sonrojo.

REFUGIO | GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora