《 Emma 》

Siete

Octavo mes.

"¿Estas bien?" Me preguntó en un susurro.

"¡Si estoy bien Allyson!" Era la quinta vez que me lo preguntaba "Perdón Ally no quiero ser grosera pero ¡Estas malditas hormonas me lo impiden!"

"¿Quieres algo de beber?"

"¡No Allyson!" La miré y me estaba mirando angustiada "Perdón Ally" intentaba no llorar pero no podía "Es que las hormonas..."

"No te preocupes Lau, te dije que pase lo que pase estaré contigo"

De la risa al llanto. A veces estoy feliz y luego en un segundo estoy triste.

Miedo y ansiedad. Todas mis preguntas son interminables a cerca de mis síntomas, al parto, a la lactancia. El miedo a lo desconocido y la ansiedad que genera no saber si todo va a salir bien o no es normal en todo este proceso.

Despistes y olvidos. No sabía en dónde dejaba las cosas y eso me estresaba, como dirían las madres "no pierdes la cabeza porque la tienes pegada al cuerpo". Me lo tomo con humor lo de perder las cosas.

Es el octavo mes de embarazo. Mis nervios me están matando. Cada vez falta menos para el parto. Para que conozca a mi pequeña hija.

Este tercer trimestre esta pasando lento.

Mi ansiedad por conocer a mi pequeña hija están aumentando.

Tengo demasiado miedo al parto.

Tengo miedo de no ser la mejor madre para mi bebé.

Tengo que estar lo más tranquila posible, puedo tener un parto prematuro.

Mi princesita se mueve demasiado.

¡Ya esta desarrollada por completo!

Bueno su cráneo todavía no, el doctor dijo que es normal.

Los movimientos son más notorios, se ve como se estira mi piel.

Ya puede distinguir la luz de la oscuridad, ya que sus sentidos están desarrollados.

"Se aconseja estimular al bebé con música o hablándole"

Antes de ir a dormir le canto una canción a mi pequeño ángel.

Nos tuvimos que cambiar de departamento.

No pudimos pagar el anterior.

Al negocio familiar lo clausuraron. Diciendo que vendían cosas vencidas. Era mentira, al frente del negocio hay otro que también vende cosas de pastelería. No quiero culpar a nadie pero creo que fueron ellos, Ally siempre decía que ellos los amenazaba porque eran mejores

Los vecinos no creen de la clausura, aún tiene pedidos para los verdaderos compradores.

Fue difícil al principio pero pudieron recuperarse.

Con Ally aún seguimos viviendo juntas, el nuevo departamento tiene una habitación, Ally tiene que dormir en un sofá cama, una pequeña cocina al igual que la sala. Dos baños y un pequeño balcón.

No trabajo más. Renuncie.

Alexa estaba estudiando para modelo. Terminó sus estudios y la cambiaron de ciudad.

Ahora estábamos Ally, la pequeña que esta creciendo en mi interior y yo.

Las tres en nuestro segundo y pequeño hogar.

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Noveno mes.

Estaba ansiosa y nerviosa.

En cualquier momento podría tener a mi pequeña.

"El parto se puede producir entre la semana 38 y 42"

Era lo único que se repetía en mi cabeza.

Estaba nerviosa, estaba entre esas semanas, Ally también estaba nerviosa al igual que su mama. Las tres nos moríamos por ver a la bebé.

"¡Allyson me duele demasiado la espalda!"

Es mi primer bebé.

Mi primer parto.

Mi primera vez lactando.

Mi primera vez siendo madre.

"Es mejor que te siente Lau"

Ally es sin duda la mejor amiga del mundo.

No importa las palabrotas que le diga aún me sigue tratando bien.

No importaba la hora que era, ella me cumplía los antojos.

No importaba que mis hormonas estén locas y de un segundo a otro estaba feliz para luego estar triste.

No importaba si no había de comer ella me lo daba porque quería que crezca sano y fuerte su sobrina.

No importaba nada en este mundo porque pase lo que pase ella estaba conmigo.

Fui hasta mi habitación, antes de que pueda acomodarme plácidamente en la cama.

Se rompió.

Sentí como un liquido bajaba por mis piernas y mojaba el suelo.

La bolsa se rompió.

"Mierda" murmuré, ya viene la pequeña princesa ¡Ya viene!

"¿Lauren estas..." casi se desmaya pero se contuvo "¡Oh por Dios ya viene!"

"¡Ally busca la maleta del bebé!"

Ya estábamos en camino al hospital.

"¡Mierda señor se puede apurar!"

"Perdón no sabe lo que dice, es su primera vez siendo madre"

Se detuvo en la entrada del hospital.

Antes de que pueda bajarme ya estaban dos enfermeras con una silla de ruedas.

Me estaban llevando a la sala de parto, esto era real no era un maldito sueño.

"¡A mi no me hacen entrar hasta que esa mujer de allí entre conmigo, parece una niña pero no lo es!"

Hablé indicado a Ally que tenía cara de preocupación.

"¿Estas segura Lau?"

"Tu me prometiste no dejarme sola, nunca"

Estaba en una camilla.

Varios doctores y enfermeras a mi alrededor.

Intentaba tranquilizarme pero estaba demasiado ansiosa.

Esto era malditamente real.

Ally en todo el parto estuvo junto a mi. Dándome la mano. Escuche como rezaba para que todo salga bien.

Amo a ese pequeño duende.

"Vamos señorita puje una vez más"

Estaba sudando, me dolía todo, ya no daba más.

No se hace cuanto tiempo estábamos en esa habitación.

Solo quería ver la cara de mi princesa que me va a cambiar la vida.

En mi último suspiro escuche el llanto.

El llanto de mi pequeña hija.

"Felicidades es una hermosa niña"

Sonreí.

Por fin tenía a mi ángel entre mis brazos.

"¿Cómo la van a llamar?"

"Emma, Emma Michelle Jauregui"