Este nuevo fic (si, ya sé que tengo varios sin terminar) nace de un rato en el buen grupo de fanfickers en el que estoy.
Esta vez el reto era sobre un ambiente tóxico, oscuro y/o decadente y bueno, aquí esta la primera parte.
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"Las calles son de un concreto tan viejo que se hace polvo. Bien apisonado por las historias de ancianos ilusos que muchas décadas atrás habían disfrutado de calles nuevas, en colonias recientes destinadas a las llamadas "nuevas generaciones".
Menuda basura les vendieron. Envolvieron la mierda en esperanza y les dijeron: "El Futuro es Hoy", "Vengan al Beach City del Mañana"
Ja, ja, ja, Que pinche risa ¡Les cagaron la existencia! Mucha gente foránea cayó como moscas atraídos por precios baratos y promesas huecas. Casi nadie de la ciudad compró. ¿Quien iba a querer un terreno en un lugar que antes fue un pantano? ¿Quien querría un lugar que conectaba a una ciénaga con leyenda negra?
Y allí se establecieron, creyéndose la gran cagada.
Quien los viera ahora, menuda jauría de palurdos, mercaderes, engranes de una maquinaria creada hace más de medio siglo.
No hija mía, no te imaginas lo que alguna vez heredarás. Algún día te contaré como tu abuelo y sus amigos, sabios como eran, tejieron una indestructible red en donde nosotros, somos el mismo centro del universo."
***
-¡Maldita sea!- Exclamó una joven mientras sacudía unas de sus botas negras de punta redonda-¡Estás calles son una mierda!-
-Te dije que estaba hondo- Increpó un joven de pelo negro rizado, riendo.
Ambos venían desde un parque cercano. Habían atravesado con prisa algunas calles.
Ella era extremadamente delgada, de piel muy blanca y cabello corto color castaño claro tirando a melocotón; vestía una chamarra negra y una camiseta blanca debajo con un pegado pantalón de mezclilla claro y rasgado de la rodilla.
Ante la burla, clavó la mirada con furia a su acompañante. –Si te sigues riendo, meteré tu cabeza en el drenaje-
-Yo no tengo la culpa de las fugas y baches de esta parte de la ciudad, Susan-
La joven gruñó un poco –Ya te dije que me llamo Perla- Se incorporó viendo con odio al chico, pero se tranquilizó.
Ya se las pagaría el contestón bastardo de Greg. Pero no ahora, no aquí.
***
La última vez que las calles de Nuevo Beach City recibieron algún tipo de mantenimiento, la tercera generación de habitantes aún no pensaba en nacer. Ni soñaban siquiera en tener en sus mentes el juvenil deseo de ser futuros "dueños del suburbio" como ya se lo habían manifestado en alguna ocasión a sus mayores, quienes solo rieron ante semejante chascarrillo. Ni alucinaban con heredar el "Reino de los Portales" como solían llamar, a las redes de tráfico de las que nadie hablaba; pero todo mundo de sobra conocía.
Y allí sí, los padres no reían.
Todo habitante de Nuevo Beach City lo sabía; cada calle, cada esquina, cada parque, cada colonia, se alimentaba de algún giro negro. Y estos jóvenes eran los herederos de ese mundo. A eso jugaban.
-Ya se tejen las hebras de lo que será la red del mañana- Pensaba sonriente la delgada joven apresurando el paso –Y el primer movimiento de engrane lo llevo conmigo- y sonriendo abrazó al chico.
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Nueva Beach City
No FicciónUn suburbio maldito, un hogar que es cuna de las peores infamias de una ciudad muerta; ofrece mil oportunidades para jóvenes decadentes. Un adolescente busca cobijo después de que su vida queda a la deriva, pero lo que encuentra puede ser una chispa...