Con el tiempo David y Victoria consideraban la posibilidad de adoptar;sin embargo cada vez que tocaban el tema les venía la duda.
-Deberíamos darle una oprtunidad a uno de esos niños que no tienen hogar-sugería Victoria
-Es muy pronto-decia David
-Piensalo, me cuesta mucho trabajo acostumbrarme a su ausencia,a veces creo que está en su habitacióni o jugando en la casa del árbol.
-Te entiendo cariño,pero no creo que msea buena idea, no podemos llenar con urgencia ese vacío que nos dejó-explicaba David
Victoria no tuvo más que sacar fuerzas para seguir, día tras día al hacer su rutina ya no le alegraba,intentó varias veces hacer una cena especial, pero siempre emergían los platos favoritos de su pequeño, esos postres que disfrutaba prepararle para que llevara a la escuela. Armaron viajes, como irse a París; lugar donde ella y David se conocieron, solo que el vacío seguía destruyéndolos.
David fué notando que la apariencia de Victoria decaía, su cabello negro ya no estaba peinado como ella solía hacerlo, su piel blanca y tersa, estaba seca y con sombras alrededor de esos ojos cafés que algún momento transmitieron vida y alegría; ahora solo transmitía tristeza y sufrimiento. En su trabajo de abogado pidió opinión sobre la adopción, muchos le aconsejaron que sería un inicio para ellos, incluso recomendaron sitios, hasta propusieron que los acompañarían en ese proceso, cosa que alegró a David.
Por el lado de Victoria quién permanecía acompañada de su amiga Jennifer, se la pasaban visitando sitios de adopción, miles de veces detallaron la información de esos niños; la mayoría habían perdido a sus padres en trágicos accidentes, otros simplemente fueron abandonados a su suerte.
Me llama la atención este pequeño de ojos azules-comentaba Jennifer
-Prefiero uno que se parezca a nosotros, por ejemplo este niño, es la misma estampa a David-expresaba Victoria riendo
-Suficiente por hoy-comentó Jennifer
Amiga ponte guapa y convence a David.
-¿Será que sí?-
-Estoy segura que él accederá, de lo contrario me dejo de llamar Jennifer
La motivación llevó a Victoria arreglarse mejor que nunca; un vestido azúl la hacía lucir radiante y un maquillaje que ocultaba a la perfección los pasos de la depresión.
David también iba con la intención de sorprenderla, al llegar fué más la sorpresa para él; ver a su mujer lo ilumino en algo que podría volver a funcionar.
Esa noche revivieron esos momentos de romance, en la cena disfrutaron de su champagne favorito, recordando todo lo que hicieron bajo los efectos de este, de regreso pasaron por aquel parque los vió crecer, reír y llorar. La noche estaba perfecta para hablar sobre ese tema.
-Amor, se que te dije que no te insistiría sobre la adopción, pero tu más que nadie sabes que hay niños que sufren por no tener algo de cariño.
-Te propongo algo, intentemos hacer un bebé-
-Te recuerdo que llevo mucho tiempo sin quedar embarazada, además fué de algo riesgo, no sé si resulte.
-No perdemos nada con intentarlo hermosa, yo te apoyo con la adopción, pero quiero que sea algo despacio, algo de los dos.
-¿En serio?
-Si, yo mismo me comprometo a cambiar los pañales y a enseñarle a montar en la bicicleta.