Victoria y David estaban felices por haber llegado a ese acuerdo; esa fué la primera de tantas mañanas donde se sintió feliz, se levantó renovada de espíritu, preparó el desayuno de David, le coqueteó un poco y se acompañaron como lo hacían cuando estaban de novios.
Con el tiempo y todos los intentos no fué posible el embarazo de Victoria, David aceptó que ya no podía seguir dándole esperanzas, el silencio y la tristeza volvieron a surgir en esa casa.
En medio de la incapacidad Victoria se refugió en su amiga Jennifer, necesitaba desahogar esa pena y seguir con lo que se habían prometido.
Esa tarde hablaron sobre la adopción, entre las dos retomaron la información que habían dejado archivada, cientos de fotos vieron y cada vez se le complicaba tomar esa decisión.
-Amiga es mejor que hables con David acuérdate que esta es una decisión de los, no te apresures.
-Es que hubieras visto lo ilusionado que estaba cuando tuve esa falsa alarma, sé que él me apoya, pero que no sabe que más hacer, no veo que tenga ánimos de ver niños.
-Tómalo con calma, primero llamemos para ver si nos asignen una trabajadora social, ella será la que los orientará, tu estas muy afectada y David también, por mi parte les aconsejaría que en lugar de niño opten por una niña.
Victoria siguió el consejo y lo que quedaba de ese día se la pasó pegada al teléfono; los primeros ofanatos le informaron que no les era posible enviar una trabajadora social porque sus agendas estaban ocupadas, otros les solicitaba hasta de que se iban a morir antes de ir de visita, resignada y cansada llamó al último, la suerte le sonrió porque en ese momento la directora de ese hogar le comentó que tenía un espacio libre para atenderlos.
Los gritos de la emoción hizo que Jennifer derramara el té que recién se había preparado, corrió hacia la habitación de Victoria para encontrarla corriendo mientras se arreglaba, tomó la carpeta que contenía sus papeles y empujó a Victoria hasta el coche.
-Sería bueno saber a dónde vamos-expresó Jennifer al tratar de quitar el té que su amiga no le permitió probar
-A una casa hogar, la directora me dijo que nos podían atender.
-¿Nos?. No veo a David por ningún lado, creo que te apresuraste.
-Solo vamos a ver el ambiernte y ver que posibilidades hay-confirmó Victoria
Aquel orfanato tenía un aspecto sombrío estaba algo abandonado y el lugarmás bien era muysolitario, al entrar pensaban que iban a encontrarse con un aspecto peor, pero algo de luz y paz se podía percibir, la directora las recibió y en el recorrido Victoria disfrutó de esa vista, tantos niños que reían y jugaban, vio a Daniel reflajado en unos cuantos.
En la oficina trataron los temas legales de la adopción, Victoria pasó los papeles y sin querer algo de estos voló por la habitación: era la foto de la familia que había sido.
-Linda familia- dijo la Directora
-Gracias, él era mi hijo Daniel-explicó Victoria dando los detalles de ese momento.
-Entiendo su dolor, acá han venido parejas con su misma situación, de hecho hace poco tres niños fueron entregados, se demora un poco el proceso pero nos gusta confirmar que esos pequeños queden en buenos hogares.
-Si, mi esposo y yo estamos emocionados, quedó de venir tan pronto terminara una reunión en su trabajo.
-Perfecto, mientras esparamos porque no se dan una vuelta y miran a los niños.
Jennifer y Victoria habían logrado su cometido, verlos correr, columpiarse, saltar lazo, le devolvió algo de brillo y esperanza a Victoria; sin embargo en todo ese jardín cerca de un árbol estaban dos pequeñas que no reían, se veían muy timidas, al ir hacia ellas notaron lo hermosas que eran; piel blanca, ojos azules, pelo rubio; una tenía un vestido azúl y la otra negro, ambas peinaban con media trenza y lucían unos zapatos negros.
Victoria se les acercó y las saludó, ambas niñas le sonrieron, había algo en sus miradas que les llamó la atención, en esas la directora llega a su lado.
-Ellas son Ashley y Emily, tienen diez años y no son de acá, vienen de Londres y hasta ahora intentan acoplarse al idioma.
-¿Qué les pasó a sus padres?-preguntó Jennifer
-Todavía no tenemos información completa, ustedes saben que el cambio del país lleva dificultad con el papeleo, pero la mayoría de los niños que llegan acá es porque sus padres murieron en algún accidente.
-Supongo que las adoptarán a las dos-cuestiono victoria
-No lo sé, no me gustaría separarlas pero tratándose de gemelas siempre hay una que salta más que la otra y no siempre hay parejas dispuestas adoptarlas, de hecho las que han venido a verlas cambian de parecer.
-Es una pena, son tan hermosas-anunció victoria-Bueno mi esposo debió tener algún inconveniente sería posible regresar con él.
-No tenemos más agenda pero haré una excepción ya que está interesada esas niñas.
De regreso a la oficina victoria aprovechó un minuto que estuvo a solas y tomó la foto de esas niñas, salió junto a jennifer mientras le agradecía a la directora.
En el camino Jennifer manejó ya que victoria estaba ida no dejaba de ver esa foto. -Sentí algo extraño con esas niñas- comentó
-Yo también, algo de escalofríos, pero supongo que para cualquier niño ver tanta gente extraña, les debe generar miedo- expresó Jennifer
-Estoy segura que con nosotros estas niñas estarán bien, David las amará.
-Pienso igual, pero llévalo despació- anunció su amiga
Ya en casa Victoria se relajó un poco, espero a que David llegara y se lanzó hacia el sorprendiéndolo con un beso.
-Cielos desde ahora me demoraré más para que me recibas así de esta manera.
-Es que estoy contenta, hoy ví a unas niñas hermosas, me cautivaron, algo en mi me dice que ellas estarán felices con nosotros.
-Amor, espera un momento, ¿niñas?, quedamos en adoptar a uno; además se supone que debemos de ir los dos.
-David es que son gemelas, no es justo separarlas, si las hubieras visto, son solitarias, pérdoname es que todo sucedió tan rápido- informó mostrándole la foto.
David detalló esa foto sintiendo algo en esas miradas - Sufriré con tanta mujer a mi alrededor, pero está bien quiero verlas. - anunció para recibir todo el peso de la felicidad que eso causó en victoria.