Capítulo 13

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Forcejeo la puerta de metal oxidada hasta que logro abrirla lo suficiente como para poder entrar al lugar. Conteniendo el aliento corro escalera arriba hasta llegar a la balcón del faro. Dejo caer la mochila de mi hombro y sin despegar la mirada de la marea la corro con el pie para precaver que no se caiga al agua. 

Amo tanto esta vista, es como estar dentro de una postal. Me transmite paz y tranquilidad, es el único lugar en el que puedo pensar con claridad. Las olas generan un sonido que endulza mis oídos y el brillo del sol en el agua ilumina mi mirada. Cuando estoy aquí me siento libre, me siento en otra vida.

Me adentro a la lintera y en cuento baja el sol prendo el foco que proyecta una fuerte luz amarilla hacía el oscuro mar. Al rato la apago y me acuesto en el piso. Con el ruido de las olas chocándose contra las piedras y con la luz de la luna termine durmiéndome. 


El ringtón de mi celular al recibir una llamada me despierta de mi placentera siesta. 

-¡Samantha! - grita mi amiga dejándome sorda.

-¿Que pasa? - le pregunto con mi voz ronca. 

-¿A caso te olvidaste que tienes clases y que si no vienes para el escrito reprobaras? 

Miro al exterior y me percato de que ya es de día.

-Enseguida salgo para allá - le informo y cuelgo.  

Agarro mi mochila y bajo las escaleras corriendo, tomo aire y abro la puerta hasta que puedo salir por ella. Maldigo en voz alta en cuanto veo un enorme charco frente a mi, el cual no puedo evadir ni aunque lo desee. Lo pienso dos veces, pero termino corriendo por el medio del charco hasta llegar a la parada de autobuses y allí me tomo el 653 que me deja frente al instituto. 

-¡Llegue! - le grito a mi amiga, que se encuentra  parada de brazos cruzados frente a mi casillero.

-¿Se puede saber donde estabas y porque estas toda mojada y embarrada? - me pregunta mi amiga mirándome de arriba a bajo con el ceño fruncido.

-larga historia - le contesto abriendo mi casillero.

-Miren quien se digno a volver después de que allá escuchado toda nuestra conversación sin nuestro consentimiento- se escucha la voz de Tiffany a mis espaldas. 

-Dejenla en paz - me defiende Lesly.

-Tu cállate - le dice secamente Jeniffer a mi amiga, que tan solo la mira mal, pero en ningún momento se aleja de mi lado.

-Es graciosa la situación, porque volvimos a lo de antes, estas sola, tan solo te queda esta especie de ser humano que tienes al lado - se burla de Lesly, pero no corre la mirada de mí - Y es curioso porque hace unos días Alec era amigo tuyo - me dice Tiffany para molestarme, aunque en parte sea todo verdad.

-El chico se dio cuenta de que eres un bicho raro y se vino con nosotras, lo bien que hizo, porque a tu lado terminaría siendo un rarito más - me dice Jeniffer con una sonrisa. 

-Yo lo aleje de mi - susurro, pero logra escucharme.

-Pero no lo pensó dos veces al aceptar alejarse de ti - me empuja contra los casillero provocando un sonido atordecedor que se propaga por los pasillos llamando la atención de varias personas, pero no hacen más que correr la mirada y ser cómplices de la ocasión con su silencio. 

-¿Todo bien? - se escucha su voz, su dulce y a la ver gruesa voz que con solo su vibración me ponen la piel de gallina. 

-Más que bien - le responde jeniffer sonriendo con su dentadura brillante. 

Alec me mira, nuestras miradas mantienen contacto por unos segundos pero al rato la desvía hacia los ojos verdosos de su chica.

-¿Acaso la empujaste contra los casilleros? - le pregunta con el ceño fruncido mientras mira fijamente a jeniffer. 

-No se que fue lo que viste Alec, esta chica solo se hace la victima, trata de incriminarme por echos en los cuales yo no tengo que ver - fije preocupación.

-Te vi, vi como la tratabas mal y aunque te sea difícil agregar información a tu carpeta mental, la cual ya esta saturada de estupideces, quiero que entiendas que Samantha es una persona y no se merece que la trates así. Así que ya deja de actuar como una perra - escucho sus palabras atentamente y no puedo creer que me este defendiendo. 

-¿Que dijiste? - lo mira sorprendida. 

-Que la dejes en paz o te las veras conmigo, ¿entendiste? - le pregunta a centímetros de su cara, con el ceño serio y con la mirada oscura. 

-Tu eres mi novio, no el suyo, tendrías que defenderme no ponerte en contra mio - protesta.

-Ya no.

Jeniffer lo mira atónita, pero al rato sale corriendo con sus zorritas atrás. 

Alec me mira antes de darse la vuelta y empezar a caminar. 

-¡Alec! - lo llamo, pero me ignora. 

-Ve - me dice mi amiga con una sonrisa. Dejo mi mochila tirada en el piso y corro hacía el. Lo tomo de la mano y lo hago voltearse.

-Samantha, no volveré a tu...- lo interrumpo con un beso. 


Stay StrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora