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Desde que me desperté supe que algo no andaba bien. ¿Porqué? Probablemente porque cuando me levanté para ir a desayunar al pequeño bar de enfrente, la puerta de Taehyung estaba abierta de par en par y parecía que no había nadie ahí. Aunque tuve la curiosidad de echar un vistazo me contuve, temiendo que alguien me viera y me denunciara por acosadora, pero lo que sí hice fue preguntar al guardia que rondaba el edificio que pasaba, lo único que recibí como respuesta fue un encogimiento de hombros.

Cuando salí del edificio no tardé en ir en dirección al bar y ni bien llegué pedí chocolate caliente para llevar. Pocos minutos después ya me encontraba caminando al edificio de nuevo sólo para encontrarme con varias cajas grandes en la entrada.

Detuve mi paso y analicé las cajas por un par de segundos preguntándome quién sería el nuevo habitante del edificio, una voz no tardó en darme indicios de la respuesta.

—¿No dominas con facilidad tu curiosidad, no es así?

Me giré con tantas rapidez que, si no fuera porque estaba cubierto, el chocolate me hubiese caído encima. Jungkook tenía los brazos cruzados y una ceja arqueada, dándome una mirada que, casi podría jurar, era burlona.

—¿Y a ti que te importa mi curiosidad, eh? —Me arrepentí de inmediato al decir aquello, pero la verdad es que nunca había sido buena controlando lo que decía.

Su ceño se frunció e hizo un gesto con la cabeza, señalándome:—Oye, ¿tu madre no te ha enseñado a respetar a los mayores?

—Mi madre murió cuando cumplí seis años. —Respondí queriendo restarle importancia, su mirada se ablandó.

Oh no.

—Lo lamento.

No podía quejarme porque me  dijo aquello, después de todo yo solté aquél dato random sobre mí pero aún así no pude contener el suspiro cansado que abandonó mis labios.

—Bueno al menos murió feliz, haciendo lo que le gustaba.

La curiosidad destello en sus ojos:—¿Qué cosa?

—Comer.

En su expresión se reflejó la confusión y contuve una risa:—No es cierto, bueno así es como mi tía me dijo que mi madre quería morir —Conté—. Pero la verdad no recuerdo mucho, era muy pequeña.

—¿Qué hay de tu padre?

Solté una pequeña carcajada, logrando confundirlo. Decidí callarme y arqueé una ceja dándole una mirada casi burlona y altanera:—¿Quién no tiene facilidad controlando su curiosidad ahora, eh?

—Bueno, supuse que debía saber un poco de ti —Contestó—, después de todo seré tu nuevo vecino, pero sobre todo le agradas a Tae.

Tardé un par de segundos en procesar sus palabras, intentando separar todo lo que me dijo. Así que finalmente el apartamento junto al mío será ocupado, aunque no creí que fuera por él. Hoy en la madrugada creía que pasaría un tiempo con Taehyung y luego se iría. Al parecer me equivoqué.

Sonreí al procesar las últimas palabras. Le agrado a Taehyung y era extraño ya que no suelo agradarle a la gente.

—¿Le agrado a Kim TaeHyung? —Pregunté aún con la sonrisa en mi cara ignorando por completo la presencia de Jungkook.

Él me miró por un momento y su ceño se frunció, aunque seguí ignorándolo para retomar mi camino hacia la entrada del edificio.

Aquella noticia no me la esperaba, pero me había alegrado el día.

Desde pequeña siempre había tenido problemas para hacer amigos, y en el instituto aquello no había mejorado. Aunque había estado muy unida a un par de chicas de mi edad en ese entonces, perdí todo el contacto con ellas ni bien terminé mis estudios.

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2018 ⏰

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