Son las tres de la madrugada y Mía no puede dormir, siente que algo la tiene inquieta, tal vez lo que pasó hoy. Por curiosidad se asomó a su ventana a ver si Dorian estaba despierto igual y pues si lo estaba...la luz de su habitación estaba encendida y lo podía ver sentado en su cama. Parecía que ambos estaban conectados y que por sus cabezas estuviera rondando el mismo problema.
Dorian quería hablar con Mia, muchas cosas quedaron inconclusas aquel día.
El pelinegro se asomó a su ventana y Mía lo pudo ver, este alzó la mano en símbolo de saludo, lo cual ella correspondió extrañada. Luego de aquel saludo ambos dejaron de mirarse con un poco de vergüenza.
Mía decidió intentar dormir, apagó las luces y se acostó en su cama.Cuatro horas después se despertó, tenía clases y no le quedaba otra que levantarse e irse a duchar.
Escogio su vestimenta, un jean y una camiseta simple, no tenía ganas de usar vestidos. Mía sé miró al espejo.-Menudas orejas que tienes. - se dijo a sí misma.
Luego de peinarse bajó a desayunar, siempre desayunaba sola porque su madre salía más temprano al trabajo, así se preparó su propio desayuno, cereal con leche.
Tenia pensado ir caminando al colegio, además quedaba cerca de su casa. Se puso sus audífonos y empezó a caminar a lo que salió de casa.
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- Señorita Pedraza, ¿Si sabe que a acá se viene a estudiar, no a dormir, verdad?
Al escuchar se levantó de golpe de la mesa.
-Disculpe maestra...
-Vaya a lavarse la cara por favor.
Iba a reclamarle, pero luego pensó que sería buena idea pasearse por todo el instituto, tomando aire libre, así que la chica accedió.
-Está bien.
Salió y se dispuso a caminar. Mientras recorría los pasillos, su mente no tenía espacio para otro pensamiento que no tenga que ver con Dorian, quería arreglar las cosas con él, y tenía muchas ganas de hacerlo, pero su problema era que no sabía qué hacer...
Mientras contaba las líneas del piso, vio que a lo lejos del pasillo se encontraba su amiga, corrió a saludarla.
-Beaaa
-Míaaa
-¿Qué haces afuera del aula?- preguntó Bea
-La maestra me ordenó a lavarme la cara pero aproveché para fugarme- rió- ¿Y tú?
-Tengo una exposición a los chicos de último curso...- dijo nerviosa- ¿me acompañas? es en el paralelo "B"
-Claro Bea...- Mía la abrazó- tranquila que te saldrá bien.
Caminában hacia el curso que le tocaba ir a exponer a Beatriz y en ese momento Mía reaccionió...mierda, era en el curso de Dorian, pero ya que... todo por ayudar a su mejor amiga.
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Tocó la puerta, ya que Bea se escondió detrás de ella, y para sus suerte Dorian le abrió la puerta. Mía se quedó en blanco, así que obligó a Beatriz a hablar.
-Buenos Días licenciada- le habló a la maestra- me podría dar unos minutos de su clase para una exposición por favor?
-Claro señorita, siga- respondió la maestra
Bea entró junto a Mía.
Mía se quedó en la parte de atrás mientras Beatriz pasó al frente de la pizarra para exponer.
-No sabía que te tocó usar lentes.- le dijo Mía a Dorian
-Pues si me tocó usar hace un mes...- respondió- pero me quedan muy bien- el chico le giñó un ojo.
-Ah...- es lo único que alcanzó a decir la chica debido a que la vergüenza la invadía y para evitar el momento incómodo se fue al frente para estar más cerca de su amiga. Pero la chica se dio cuenta de que la situación se puso mucho peor. Dorian no le quitaba la mirada de encima, y la miraba de pies a cabeza.
Pensó que sonreirle bastaría para que dejara de hacerlo, pero no fue así, él le devolvió la sonrisa y seguía haciéndolo, Mía avergonzada, solo bajó la cabeza con sus mejillas demasiado rojas.
Al terminar la exposición Beatriz y Mía salieron del curso y pudieron tomar aire fresco.
-Ya me moría ahí dentro Beatriz...- dijo Mía
-¿Por mi hermano?- respondió Bea sonriendo
-Si!- dijo Mía con verguenza- fue una situación muy incómoda, no paraba de mirarme...
-Ay Dorian...-dijo Beatriz- pero bueno igual gracias amiga por acompañarme
-No hay de que...todo por ti- rieron ambas
El día transcurrió con normalidad hasta que llegó la hora de salida.
Mía tenía que entregar un trabajo de biología así que salió un rato del curso. A lo que volvió, Irina, su compañera del aula le llama.-Mía! te dejaron un papel en tu mesa.- Le dijo la chica de pelo rubio.
-Ah...está bien, gracias por decírmelo.
A Mia se le pasaron muchas ideas sobre el papel antes de abrirlo y entre todas las ideas una acertó...Dorian.-Te espero en la terraza del instituto - leyó Mía en voz baja
A Mia no le quedaba otra que ir... No podía fallarle, quizá sea para arreglar las cosas que quedaron inconclusas aquel día , o, bueno...quién sabe...
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y si te quiero?
Dla nastolatkówCuando Mía se da cuenta que empieza a sentir cosas por Dorian, las cosas cambian.