Capitulo 4

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Un nuevo día comienza y me toca ir a trabajar, como cosa rara nada mas llego a mi oficina Erika me notifica que Thomas necesita mi presencia, voy rapidamente a su oficina a ver que quiere, aunque ya supongo cual es el motivo de su llamado.

-No sabia que me habías extrañado tanto- comento al entrar al despacho, en tono burlon,Thomas rueda sus ojos y me mira seriamente, dejando unos papeles que tenia en su mano sobre su escritorio.

-Dejate de estupideces Mario...

-Auch-pongo una mano sobre mi pecho  y hago un gesto de dolor- no me lastimes con tu indiferencia, yo si te extrañe cariño-sigo jodiendole la paciencia, para que están los amigos si no es para eso?

-¿Cómo te fue en el viaje?-dice finalmente.

-Increíblemente, Maravillosamente, Supremamente..-me tomo mi tiempo.

-¿La viste? A Isabel? ¿Cómo estaba?- me interrumpe con un tono preocupado.

-me fue bien..-digo finalmente- Isabel , la vi en el funeral, estaba algo afectada pero trataba de estar fuerte, te mandó saludos.

-¿Qué te dijo?- de pronto siento que toda su atención está sobre mi, me divierte su reacción, pero a la vez me alegra porque por fin mi amigo está interesado en alguien, a pesar de todo Thomas es un buen tipo y merece tener a alguien a su lado, es lo que Kathrin su difunta novia hubiese querido.

-Nada...sólo eso...que esperaba que estuvieses bien hermano...- Thomas suspira y cierra los ojos.

-¿Quien es esa chica eh?-pregunto- que está haciéndote?

-Es...-Thomas se recuesta en el espaldar de su silla y por primera vez en mucho tiempo creo ver al amigo que había perdido cuando Kathrin murio- no se...es especial pero es imposible

-Es imposible porque tú lo haces imposible

-Suficiente eso era todo.-Me corta y retoma los papeles- Encargate de revisar los nuevos inversionistas además de las ventas registradas en el mes pasado- ya no me mira para nada, ahí está de nuevo, escondiéndose detrás de esa capa dura de frialdad pura.

-Esta bien, como usted ordene señor..-no me queda mas que asentir, e irme a mi oficina, una vez allí comienzo a leer y a comparar las ventas, me olvido del tiempo y demás cuando me enfoco en mi deber, si no es porque Erika me comunica que se va no me doy cuenta de la hora que es, son casi las seis de la tarde , sin embargo pido algo rápido  para comer y me quedo terminando los balances, prefiero tenerlos listos para no preocuparme los fines de semana.

Una vez salgo de la oficina decido ir por un trago al bar que esta a pocas calles de la compañia. Pido un whisky y me siento en la barra a disfrutar del trago, de repente siento que alguien me toca el hombro y me giro levemente.

-Pensé que me habías olvidado - es Kiara, una chica con la cual he estado en un par de ocasiones, y es precisamente en este lugar donde siempre me la encuentro y terminamos en otro, sus ojos azules y fríos me miran y escanean lentamente casi puedo sentir que me desnuda con la mirada, me volteo completamente y le doy otro sorbo a mi trago, ella se lanza sobre mis labios y me da un beso apasionado, yo ni corto ni perezoso le sigo la corriente, y coloco mis manos en su espalda, poco a poco bajan hasta llegar a su trasero y lo aprieto un poco, de repente en medio de las reacciones corporales algo en mi mente me detiene. Esto se siente raro, es como una sensación vacía, quito ese pensamiento de mi mente y continuo con el beso, unos ojos color cálidos aparecen en mi mente, un cabello color café y unos labios que no son los que me besan invaden mi mente.

-¿Qué pasa?- Kiara me mira extrañada e insistente. Pero no se qué responderle porque ni yo mismo sé qué es lo que me esta pasando. Tomo mi trago y me lo bebo de un sorbo.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2018 ⏰

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