Capitulo 6
- Eso es. – le dijo él. Animándolo a que dejara tocarse por él. Que lo dejara tocar a su máximo esplendor. – te gustará precioso… - ahora se colocó de rodillas, la mejor posición que podía tener, tenía tanto por hacer en ese apetecible sexo. Se mojó los labios. La imagen era tan fuerte, que con solo verl aferrado a la pared y apunto de gritar, se estremecía más y más, con muchas más ganas de hacérselo en ese mismo instante. Tenía los labios húmedos. Loabrió de piernas, willy no ponía resistencia. ¿Y como lo iba a hacer? Si le gustaba tanto lo que sentía…tanto…que pensó que moriría. Meneó las caderas,
entregándole más a vegetta. – grita todo lo que quieras muñeco, estamos en Paris…nadie sabe nuestro idioma… - la miró pícaro. Mordiéndole uno de los muslos, para luego pasar su lengua por uno de ellos, de arriba hacia abajo. Que buen olor percibía haya abajo. Se acercó a su abertura, entre los dos labios genitales, le satisfacía tanto ver eso… sus labios besaron delicadamente el miembro de willy.
- Mnh… - susurró el. Ahora poseída por él. vegetta la besó de nuevo, ahora con más intensidad.
- Te gustara… - dijo él. – más… cuando pase mi lengua por ahí… - willy soltó un pequeño gemido ahogado. vegetta había introducido su lengua en el, en todo su esplendor, una oleada de placer se expandió por todo su cuerpo.
- ¡Ahh! Oh… - gritó el. vegetta volvió a bombearlo con la lengua. Tan intenso como podía. Deseando tanto que su pene ocupara el lugar de su lengua.
- Te gusta guapa, dímelo…dime que te gusta…
- Sí, Dios…me encanta… - le respondió el. La cabeza de Justin no dejaba de moverse, al compás de su lengua y acoplándose con los intensos gemidos de el. Mierda. Si se la comía una vez más, eyacularía sin siquiera ver terminado. Cuanto poder tenía aquell hombre. Sus pantalones reventarían. Necesitaba follar. Follarlo. Era más que un simple deseo. Era algo que su propio cuerpo le obligaba a hacer.
- Necesito f.llarte… - le pidió. Subiendo entre besos hasta su rostro.
Se miraron. En un momento interminable. Los ojos caramelo de vegetta atraparon a los willy. El deseo seguía ahí, pero en cambio, de pronto…hubo algo más fuerte. Algo que le invadió el cuerpo y la mente. willy sostuvo la mirada, lo único que reflejaba era miedo, temor, aunque también había disfrutado del momento, sabía que vegetta lo tenía en sus manos y que podía hacer lo que quisiera con el. No quería abusar de el. No de nuevo…
Se le separó. Pequeños recuerdos invadieron su mente. Recuerdos que le dolían muchísimo. Prefería masturbarse por su propia cuenta. Se metió al baño de la habitación, mientras willy aprovechaba en arreglarse la ropa interior. De nuevo en su lugar. Más avergonzado que nunca. Y en medio del silencio lo escuchó gemir desde el baño. Seguramente imaginándoselo.
Si no había terminado de comérselo…había sido por algo…había prometido jamás volver a abusar de una persona mas.................