—No lo sé, Mel, esas cosas no son lo mío—acomodo mis lentes.
—Oh vamos ____, será divertido—hago una mueca mientras asiento con la cabeza, rendida ante su propuesta. Ella se va dejándome sola en medio del pasillo.
Escucho unas risas detrás de mí, volteo encontrándome con Joey y su grupito de amigos. Él hace un círculo alrededor de su cuerpo e infla sus mejillas.
Diciéndome que estoy gorda.
Estoy gorda.
Camino ignorando sus carcajadas y murmuros, y me escondo en un rincón aguantandome las ganas de llorar.
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—No crees que es muy... ¿provocativo?—deslizo mi mano por mi cintura mientras me veo en el espejo.
—Para nada, se te ve muy bien—dice mi hermana sin importancia.
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Bailo al ritmo de la música. No fue tan mala idea venir, me la estoy pasando genial.
Me pongo nerviosa al sentir a alguien bailando a mis espaldas, siento su perfume y me doy cuenta que es un chico, pero no cualquier chico; Joey.
Me toma de la mano y me jala escaleras arriba.
—Estás muy linda—dice en mi oído cerrando la puerta.
—Gracias—tartamudeo y él comienza a besar mi cuello, suelto un jadeo. Al fin y al cabo es mi crush.
El bully de la escuela es mi crush.
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Despierto y me doy cuenta que no estoy en mi cuarto, ni en mi cama, ni en mi casa.
El pánico se apodera de mí.
Veo un bulto a mi lado e inevitablemente me sonrojo al recordar lo que pasó anoche.
El mejor sexo de mi puta vida.
—Ya despertaste...—dice Joey, voltea y me sonríe.—Espero que no estés cansada.
—No lo estoy...
— Genial, porque luego de esto lo estarás.
Fin.
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les juro que voy a mejorar:(
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