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Angélica.

Eran las 07:14pm y yo me alistaba para ir al evento en el que me presentaría hoy "TrapCity", supuestamente iban a ir otros chamos pero ni idea de quienes eran, en fin, me presentaría como a las 10 pero eso era burda de lejos, nos llevaría un transporte a todos y nos traería de nuevo, creo.

Me puse una falda de cuero, mis mallas negras, un top tipo camisa negro y mis Janoski negros con blanco, siempre que me presentaba en lugares así trataba de ir vestido de colores medio oscuros, para no llamar tanto la atención. Aunque trabaje de Dj soy una persona tranquila, me gusta leer y ver películas o series, no tomo casi ni fumo, el cigarro me da asco y la cerveza sabe ¡Horrible!.

Después de terminar de vestirme me maquillé y acomodé mi cabello, bajé a ver qué hacía mi mamá mientras esperaba a que me buscaran.

—Buenas buenas, ¿Qué está haciendo la mujer más hermosa del mundo?—. Le di un beso en la frente y me senté en el mesón que está frente a la cocina.

—Hola hija, estoy esperando que tú y tu hermana se vayan para que Edgar y yo podamos tirar tranquilos—. Me dijo riendo.

—¡Nawebonada, Mamá! Mucha información—. Le grité y reí.

—Y les estoy haciendo unas empanadas para que se las lleve, las conozco y sé que les da hambre.

Mi mamá tenía 35 años, es joven aún, a mi hermana la tuvo a los 15, qué perra mi mami. A mí me tuvo a los 18, cuando mi hermana tenía 3 años, de resto no tuvo más hijos, ella es muy pana y todavía anda en lo suyo.

Después de terminar de hablar con mi mamá me llamaron, busqué mis cosas y desperté a mi hermana porque la muy floja me dijo que la dejara dormir hasta que nos vinieran a buscar.

Esperamos afuera hasta que vimos el autobús más grande del mundo, era demasiado grande -No mal piensen, bichos-, nos subimos y ya habían varios.

—Hola niña linda—. Me dijo un gafo ahí que ni sé quién era.

Lo volteé los ojos (Es una expresión, significa mirar mal o como rodar los ojos) y me fui a sentar más atrás.

—¡Qué odiosa!—. Alzó un poco la voz para decirme eso. No respondí. Otros chamos que supongo venían con él empezaron a reír.

—¿Te pica el culo?, ese es Big Soto ¿Cómo le vas a voltear los ojos?—. Me dijo mi hermana.

—Y yo soy Angélica Torres, hago lo que se me da la gana.

Daniela, mi hermana, sólo suspiró y negó, no le paré mucho y me recosté al vidrio, en segundo caí dormida.

—Angel, Angel... ¡Angélica!—. La vocesita de mi hermana sonaba y sonaba, burda de ladilla.

—¿Qué pasó?.

—Llegamos.

Me terminé de despertar bien y bajamos del autobús. Entré a mi camerino, eran las 09:50pm, faltaban 10 minutos para presentarme y ya estaba terminando de acomodar todo, mi hermana estaba detrás del escenario esperando que yo saliera para tomar mis fotos. Diana no vino esta vez, es una amiga muy cercana, está enferma de tanto tirar.

—Hola vale, nos volvemos a encontrar—. El tal Soto del autobús.

—Sí, nos volvemos a despedir porque ya debo subir—. Dije de la forma más seca posible.

Me Mira; Big Soto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora