009.

920 45 9
                                    

Gustavo

Abrí los ojos poco a poco y lo primero que visualicé, un poco borrosa, fue una luz blanca ¿La del cielo tal vez? No, la de la habitación de un hospital. Mi habitación.

—¡Oh, gracias al cielo despiertas! —Dijo dando un brinco hacia mí aquella chama que, aunque amara tanto, era a quien menos quería ver. Después de Jeeiph.

—Ni se te... —No pude seguir hablando, mi boca dolía, todo mi cuerpo dolía.

—Shh, sé que estás molesto conmigo pero este no es el momento. Lo que pensaste que era un barranco profundo, era una pequeña caída. Aunque igual te dejó un muy golpeado.

No dije nada y desvié la mirada, de verdad no quería hablar con ella.

Angélica

Soto estaba muy molesto conmigo, no lo culpo. Pero se hizo una mente que no es así que debía explicarle todo.

—Escúchame... No estoy saliendo con Jeeiph, sólo que no hallaba manera de dejar de pensarte y consulté con él, me dijo que debía ser más "perra" y tratarlos a todos iguales. Por eso le dije "mi amor" y esas cosas... —Respiré profundo— Yo te amo mucho, Gustavo. Se ma hace imposible no pensarte. Lo que menos quiero es tenerte lejos de mí pero lo que hiciste me dolió mucho.

Él no decía nada, de verdad estaba dolido. Literalmente.

—No me importa. —Dijo de golpe, forzando un poco la voz.

—¿Disculpa?

—No... Me... Importa, Angélica. Tú no me importas.

Tú no me importas...

Todo mi mundo se puso en pausa por un momento, lo miré fijamente y traté de buscar ese brillo con el que siempre me mira pero no lo encontré. No encontré esa mirada recargada de amor, en cambio estaba una seca y fría. Lo había roto. Había roto a alguien que amo tanto, fui una estúpida.

—Lo siento tanto... —Dije en un susurro.

Empezaron a salir mis lágrimas y luego las de él, sé que mentía, sé que aún me quiere pero lo lastimé.

Salí rápidamente de la habitación.

Diciembre.

—¡Feliz navidad, mamá! —Grité fuertemente a mi mamá mientras salía de la casa.

Tenía ya un año viviendo sola, después de lo de Gustavo no había estado con más nadie hasta que conocí a Ronny, el chico con el que actualmente salgo.

Gustavo...

Ha sacado buenas canciones y le está yendo muy bien, de verdad me alegro mucho por él.

Mientras iba caminando a casa un auto se detuvo y bajaron un poco el vidrio, una mano muy familiar sacó una carta y la extendió hasta que yo la agarré, el auto arrancó tomando su camino.

No hice mucha mente así que sólo la guardé en mi bolsillo y seguí mi camino.

Al llegar a casa estaba muy cansada así que tiré la carta en una caja del ático y fui a dormir.

15 años después...

—Mamá, ¿Puedo ir a casa de Jenny? —Me preguntó Eva, mi hija.

—Claro cariño, yo termino de desempacar con papi.

Tres años después de hacer mi vida sola tuve una hija con Ronny, se llama Eva y tiene 12 años. Me casé con él un año después y me mudé a Estados Unidos recientemente.

Estaba acomodando una caja que decía "Ático" y encontré una carta, la carta de hace unos años...

La abrí y leí.

"Hola, Angélica. Aunque no lo creas te he pensado mucho y todo este tiempo he estado planificando y otras cosas más. Sé que cometí un error, bueno, dos al no creerte con lo de Jeeiph. Pero te quiero, y te prometo que no he estado con más NADIE después de ti. Te amo. Por favor cuando la leas avísame, si me buscas sé que tengo una oportunidad y si no, pues será el fin de verdad.

-Gustavo"

—Oh por Dios... —Empezaron a correr las lágrimas— Yo aún te amo, Gustavo —Susurré para mí misma.

Tuve una oportunidad para estar con él. La tuve...

FIN.

Me Mira; Big Soto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora