Good Intentions ♣ KOOKV

❇S E I S❇

Jungkook quiso soltar la carcajada en cuanto Taehyung apareció frente a él enfundado en un ajustado traje de etiqueta, el cabello rojo bien peinado, anteojos sin cristal y un portafolios en mano. Hubiera parecido un hombre de negocios de esos que pasan la vida en una oficina clavados al escritorio si no fuera por la corbata de Spiderman que acompañaba el llamativo atuendo. Lucía ridículamente atractivo, sin embargo, y ese pensamiento molesto a Jungkook impidiéndole la carcajada.

—¿Listo, joven Jeon?– Taehyung se sentó a lado de él.

—Te lo tomas muy en serio, ¿verdad?–.

—Le pido de la manera mas atenta que me hable con respeto, de "usted"–.

Los ojos de Jungkook se desviaron del hermoso rostro del mayor hasta la corbata con estampado del súper héroe arácnido.

—Lindo accesorio– habló con sarcasmo.

—Es la única que tenía– gruño Tae entre dientes, ajustandose el nudo al cuello, un poco mas y se corta la respiración.

Jungkook contuvo la sonrisa ladina y sacó sus exámenes, los últimos que había presentado y cuyas notas eran sinceramente lamentables.

—Vaya...– Taehyung observo las pruebas con interés, —no son las peores que he visto en mis años como tutor–.

—¿Es eso un intento de consuelo?–.

—Depende, ¿está funcionando?–.

—Dejalo así, sé que mis calificaciones son un asco– resopló el menor.

Taehyung despegó la mirada de las hojas en sus manos y observo detenidamente al chico frente a él por encima de sus anteojos sin cristal.

—Me tome la libertad de investigar sobre tu desempeño académico y dejarme decirte que eres un chico bastante inteligente, tus calificaciones antes de ahora eran muy buenas, no tanto como las mías claro, pero aun así–.

—¿Y?–.

—Que no eres estúpido ni idiota– Taehyung habló con obviedad —¿por qué de pronto bajo tanto tu rendimiento?–.

Un músculo en la mejilla de Jungkook tembló, su mandíbula bien tensada. Desvió el rostro hacía otra parte y Taehyung pudo observar sin pena el perfil del menor. Debía admitir que Jeon Jungkook era ciertamente atractivo, tenía esos rasgos clásicos, ojos grandes, cabello muy oscuro y labios envidiables. Dejaba un aire de masculinidad sin contar el resto de su cuerpo musculoso y bien dotado. Sin duda atractivo, pero Taehyung se comería la lengua antes de admitirlo en voz alta.

Para cuando Jungkook giró la mirada de regreso a él una sombra extraña opacaba sus ojos achocolatados y el corazón de Taehyung brincó en su lugar aunque la razón de aquello no era clara.

—No quiero ser grosero pero...– el menor se mordió el interior de la mejilla —...no creo que sea necesario hablarte de mis problemas personales para que seas mi tutor–.

—Supongo que tienes razón– el pelirrojo se ajustó los anteojos, se abrió el saco del traje y aflojó un poco el nudo de la corbata, desabrochándose de paso los primeros tres botones de la camisa blanca.

Jungkook siguió el movimiento de sus manos con una concentración estremecedora. Taehyung se sintió un poco intimidado, se mordió el labio inferior con fuerza y un recuerdo se le vino a la mente.

¡Baila conmigo!

Parpadeo un par de veces, viendo imágenes borrosas de la discoteca a donde había ido con Jimin y Seokjin. Recordaba el sonido de la música y las luces bajas, recordaba la mano del chico pálido de Daegu en su cintura y de pronto recordó el rostro de Jungkook frente a él, viéndolo con expresión distante.