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Las luces caían sobre el albino, mientras intentaba buscar una salida de aquel interrogatorio.

Es obvio que hablamos de Killua ¿No?

Como decía. Biscuit lo miraba con los ojos entrecerrados, mientras jugaba con un bolígrafo.

- Sabes por qué estás aquí ¿No? —Preguntó.

- ¿Te refieres al por qué estoy en la cárcel... —La miró burlón— O el por qué estoy encerrado con una anciana? —Reí mientras los veía.

- No juegues, Zoldyck —Su semblante se apaciguó—. Tu hermano estuvo aquí. —Killua abrió los ojos, y pude notar que tembló.

- Él... Estuvo aquí... —Murmuró.

- ¿Tú no sabías?

- Él... ¿Cómo es posible? —Exclamó— Es la jodida mejor cárcel del país ¡Él entró y se fue, como si hubiese venido a buscar pastel!

- Killua, cálmate.

- ¿Cómo quieres que me calme? —Su voz tembló— Él... E-Él estuvo aquí. —Biscuit lo abrazó.

- Pase lo que pase, él no te tocará —Le miró a los ojos— No te pasará nada, Killua. Lo prometo.

Killua le devolvió la tranquilizante mirada, y, por un momento, sonrió.

- Espero que cumplas.

~~**Aviones**~~

Gon recorría con la mirada los distintos lugares del recinto. Aunque, claro, no había mucha variedad; las mismas camas cutres, los asquerosos baños, la asquerosa cocinería, las mismas habitaciones... Bueno, exceptuando una.

La curiosidad mató al gato...

- Es una suerte que no sea uno. —Dicho esto, se dirigió a la celda de Hisoka, bajo la atenta mirada del albino.

"Eres un idiota" —Pensó este último, mientras lo seguía.

"Aviones" ••En Edición••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora