-3-

79 10 9
                                    

Eran las dos de la mañana y estabamos ambos en una discoteca, bailabamos sin parar, nuestros cuerpos se rozaban de vez en cuando y nuestras miradas se cruzaban acompañadas de algunas sonrisas. Era una buena noche.

Las luces de colores y el humo artificial resaltaban tu hermosa figura, se podia apreciar cada movimiento que hacias, todos llenos de alegría y sensualidad. Me tenías loco. Cada vez bailabamos más cerca hasta quedar juntos, uno frente al otro, mis manos cruzadas en tu espalda en la altura de tu cintura y tus brazos detrás de mi cuello; a pesar de estar lleno de gente, sentía que solo eramos tu y yo.

Nunca antes había estado tan cerca tuyo, mi corazón se aceleraba con cada segundo. Me mirabas con tus hermosos ojos color avellana y me hacías una dulce, pero traviesa sonrisa. No sabía qué era lo que sucedía entre ambos, pero no quería que terminase.

Te acercabas lentamente a mi rostro mientras mordias suavemente tu labio inferior, me miraste a los ojos y luego bajaste tu mirada a los mios. Nuestros rostros estaban cada vez más cerca, estaba muriendo, necesitaba probarlos, esos que quería saborearlos hace años. Nuestras respiraciones se habían vuelto una y nuestras narices se tocaban, me quedé esperando el contacto entre ambos, pero nunca pasó. Habías corrido tu rostro hacía mi oido y susurraste "Ven conmigo". No me diste tiempo de reaccionar, aún estaba perplejo. Tomaste mi mano y corriste entre toda la multitud de personas bailando, nos chocaban, pisaban y casi nos caímos, pero eso no importaba, solo eramos tu y yo corriendo por el mundo.

Corrimos hasta llegar a un parque, silencioso, tranquilo y con una hermosa vista a un gran cielo estrellado; noche perfecta pensaba yo.
Nos sentamos debajo de un árbol, tu cabeza estaba en uno de mis hombros y mi brazo te rodeaba, podía sentir como tu corazón palpitaba junto al mío, tu respiración llegaba hasta la piel de mi cuello haciendo que se me erizara la piel.

-Min...-  dijiste -Te quiero...

Me congele, ¿Será esta la noche? Mi corazón se había detenido.

-Yo también te quiero, Hannie- dije con mucha sinceridad.

Giraste tu rostro y dejaste un suave beso en mi cuello; me abrazaste y acomodaste tu cuerpo sobre mi pecho.

-Gracias por estar siempre conmigo...

Cerré mis ojos y suspiré sonriendo, me sentía nervioso, pero felíz a la vez.

-Siempre lo estaré para ti, Hannie, sin importar lo que pasé entre nosotros.

Bostezaste y cerraste tus ojos acomodandote por completo. Un leve susurro con pocas fuerzas salió de tus labios antes de quedarte dormido. Hubiese preferido nunca haberlo escuchado.

-¿Por qué... no eres chica, Min?

¿Por qué no eres...? // MinHan - Minhyuk X JeonghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora