Después de aproximadamente un mes desde la conversación, finalmente hubo una oportunidad de poder irrumpir en la misteriosa casa. La madre de Verónica saldría por trabajo, así que Rafael y Emily se pusieron de acuerdo para decir que habría una fiesta y los padres de Javier ya estaban acostumbrados a que se escabulliera en la noche, por lo que no tendría mayor problema. Arreglaron encontrarse en el frente de la casa a las 10:00 pm, lo que para Verónica sería tiempo más que suficiente para entrar y salir antes de esa hora. Ella arregló su mochila con una linterna (a la cual le puso pilas nuevas para estar segura de que no se apagaría por falta de energía), un encendedor, una caja de fósforos y un par de velas. Se vistió con un chaleco negro y jeans oscuros, junto a un par de tenis por si tenía que salir corriendo.
Verónica salió a esperar a sus compañeros, mirando la hora de manera constante en su reloj de muñeca. La primera en llegar fue Emily en un taxi, a las 10:16 PM. Rafael llegó luego, a las 10:23, en su bicicleta. Javier llegó a las 10:31 en su moto, culpando al tráfico cuando en realidad (y lo molestaron porque lo sabían) había salido tarde. Finalmente llegó Riccardo, disculpándose por la tardanza sin dar explicaciones.
Verónica se alteró, sin que los demás se dieran cuenta, al notar lo mucho que se habían atrasado. Sin embargo, logró convencerse (a medias) a si misma de que no pasarían más de media hora adentró de la casa y que saldrían antes que la melodía comenzara.
Mientras las chicas del grupo, sentadas en el suelo al lado de una de las paredes de la casa, comprobarán que los aparatos electrónicos funcionaran correctamente, Rafael sacó su cámara de vídeo y comenzó a grabar.
-Si estas viendo esto, es porque ya estoy muerto -dijo fingiendo un tono serio, para cambiar rápido a una sonrisa burlesca -¡Es broma! -Se rió a carcajadas, llamando la atención de todos -Mi nombre es Rafael Morris, y yo y mis compañeros estamos a punto de entrar a una casa supuestamente "embrujada" -señaló las comillas
-¿Que haces idiota? -dijo Javier acercándose al pelinegro
-Grabar lo que haremos, obvio -le respondió lo último fingiendo un tono de diva -¿Algo que comentar, "cono"? -le sonrió burlón al ver el fastidio en su rostro
-Es N'kono, imbécil. Javier N'kono -reclamó poniendo los ojos en blanco -. Y luego yo soy el infantil -le arrancó la cámara para molestarlo -¿Por que nos grabas? Farandulero -la levantó obligando al chico a saltar para recuperarla
-Pues si nos metemos aquí y no salimos, quiero que haya registro de que nos pasó -respondió el caucásico mientras daba un salto para volver a tener en sus manos su preciada posesión -. Además, podemos subirlo a Internet y tener miles de visitas
-Sonrió con soberbia-¿Podrían ayudar los caballeros? -reclamó Emily a lo lejos, en broma -¿Que tanto hacen allá?
-El señor "delirios-de-grandesa-en-internet" -señaló el moreno en burla -quiere grabarnos pasando vergüenza y subirlo a Internet
-Oigan, no me miren como si no se lo esperarán de mí -dijo sonriendo mientras se acercaba a las chicas -. Así que ¿Que hacen en este momento? Y si no les molesta, su nombre y apellido -fingió un tono profesional
-Yo, Emily Price -rió tomando una linterna y usándola como micrófono -y mi compañera acá atrás estamos comprobado que los objetos no se queden sin energía
-Al menos no por razones normales -interrumpió Verónica secamente, contrastando con el tono relajado que había en el ambiente hasta ese momento. Ella se dio cuenta de inmediato -.Cosas raras han pasado en ese terreno, así que perdonenme si hablo como la gitana que les advierte sobre los espíritus en una película de terror
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Casa Vecina [Borrador]
HorrorCuando una música aterradora perturba tus sueños por la noche, lo más lógico es asustarse. Sobretodo si, además de sonar siempre a la misma hora, proviene de la casa de al lado que está a medio construir. Probablemente lo más insensato que se puede...