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Durante su viaje para encontrar la piedra filosofal, Alphonse de vez en cuando se daba cuenta de los problemas que tenía su hermano para peinarse

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Durante su viaje para encontrar la piedra filosofal, Alphonse de vez en cuando se daba cuenta de los problemas que tenía su hermano para peinarse.

Y es que no era fácil para el joven Edward, lo sabías. Había veces que lo escuchabas quejarse porque su cabello se atoraba en aquel automail e incluso escucharlo maldecir en las mañanas cuando este se enredaba.

Sin duda no era fácil para tu hermano, es por eso que te hiciste un inocente juramento en secreto.

«Cuando recupere mi cuerpo, peinaré a mi hermano todos los días».

Por eso, al día siguiente de haber recuperado tu cuerpo cuando te fue a ver le pidiste amablemente que tomara asiento a tu lado y se soltara el cabello.

—¿Para qué quieres que haga eso? -te preguntó confundido, no le constestaste nada, tan solo le regalaste una pequeña sonrisa.

—Solo ven —murmuraste sin dejar de lado esa sonrisa.

El mayor no te dijo nada, acató correctamente las ordenes que le impusiste.

Te reincorporaste un poco para poder cumplir tu objetivo, el no dejaba de verte confundido. No le tomaste importancia y tomaste suavemente sus hebras doradas; empezaste a jugar un poco con ellas, las desenredabas, las acariciabas.

Habías olvidado lo suave que eran.

Minutos después comenzaste a tejer con mucha paciencia su melena, no había ningun ruido en la habitación excepto una canción que tarareabas.

Al terminar de arreglar su cabellera depositaste un beso en el tejido.

—A partir de ahora, siempre que pueda te arreglaré el cabello —Le susurraste cerca de su oído sin darte cuenta.

El joven Edward en silencio se levantó de su lugar, se encaminó a la puerta y antes de salir dejó en libertad un suave—: Gracias.

Sonreíste y un calor muy satisfactorio decidió hospedarse en tu pecho. No te importó.

Por el otro lado de la puerta estaba recargado el mayor

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Por el otro lado de la puerta estaba recargado el mayor.

Con una mano estaba sosteniendo la trenza que le hiciste. Y con la otra estaba intentando ocultar el gran rubor que le causaste.

Ha sido demasiado.


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Drabbles ;  𝗙𝗠𝗔.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora